Israel amenaza con golpear a sus enemigos «en todas partes»

El primer ministro israelí, Ariel Sharón, amenazó ayer con atacar a los «enemigos» de Israel donde se encuentren, en lo que se interpreta como una advertencia a Siria después del ataque que los F-16 llevaron a cabo el domingo contra un campo de refugiados situado a sólo 15 kilómetros de Damasco. Sus palabras llegaron mientras el ejército israelí concentraba unidades de artillería en la frontera con Líbano, donde ayer fue abatido un soldado hebreo por disparos que Israel atribuye a la organización chií Hezbolá, que éstos niegan, y en la que también murió un niño libanés de cuatro años. El presidente sirio, Bashar al Asad, acusó a Sharon de querer llevar a toda la región a más guerras. «El Gobierno israelí es un gobierno de guerra y encuentra en la guerra la justificación de su existencia», añadió. Mientras, el presidente palestino, Yaser Arafat, enfermo y amenazado por Israel con ser desterrado, ha creado por decreto un Gobierno de crisis que no logra cerrar porque Naser Yusuf, su ministro de Interior -la cartera más importante- se niega por el momento a prestarle juramento. Yusuf rechazó jurar fidelidad a Arafat durante la ceremonia de juramento de los nueve ministros del Gobierno de crisis celebrada en las oficinas presidenciales en Ramala, aunque el ministro rebelde se encontraba en el interior de la Múkata, según dijeron fuentes del Consejo Legislativo Palestino. Las razones de Yusuf para no jurar el cargo se deben, al parecer, a que ha exigido una mayor definición de competencias en el Ministerio de Interior «porque quiere tener una autoridad clara y definida en cuanto a los asuntos internos». Tampoco Yauad Tibi estuvo presente en la ceremonia en la Mukata, pero porque, según afirmó el propio Arafat durante su discurso, las autoridades israelíes no le han permitido salir de la franja de Gaza. El partido de Arafat confirmó que el presidente está muy enfermo.