El PSOE acusa al presidente del Gobierno de ir «de llanero solitario» en las negociaciones
Giscard y Aznar se enfrentan por el poder de España dentro de la UE
El ex presidente francés admite que el objetivo es recortar la «ventaja» obtenida por Madrid
Giscard d'Estaing no se resigna a vivir una jubilación tranquila. El ex presidente francés, padre del proyecto de Constitución Europea, salió ayer de nuevo a palestra para defender su modelo institucional como la única «alternativa posible» y, de paso, para reprobar la postura mantenida en la reciente cumbre de Roma por España y Polonia, los países que más poder político pierden con el nuevo texto constitucional, lo que le ha llevado a polemizar con el presidente del Gobierno español, José María Aznar. En unas declaraciones concedidas a la emisora gala Radio Inter, Giscard subrayó que el objetivo de su propuesta es recortar la «ventaja» obtenida por Madrid en el Tratado de Niza, negociado en el año 2000, y que otorgaba a España casi el mismo peso en el Consejo de la UE que a Alemania, país que sin embargo tiene el doble de población. El ex mandatario francés recalcó que el borrador de la Carta Magna pretende que «en el futuro, todos los ciudadanos sean iguales y que nadie tenga ventaja», por lo que ha pedido a Aznar que anteponga los intereses de los españoles, que según Giscard son favorables al proyecto constitucional. En una intervención plagada de referencias a España, país al que varias veces ha situado en la órbita de los euroescépticos, Giscard d'Estaing puso como ejemplo a los seis fundadores de la Unión -Francia, Alemania, Italia y el Benelux-, los que más defienden su aportación, por entender que también son «los que más experiencia tienen de Europa» y, en su opinión, los que marcan la pauta a seguir. «Hay que ser realistas y moderados», dijo Giscard en relación a la postura de Madrid y Varsovia, porque «el resultado de Niza no fue satisfactorio». Nada más conocer las valoraciones de Giscard, el presidente español se ha apresurado a censurarlas. «Son unas muy interesantes declaraciones», bromeó Aznar, antes de utilizar un tono irónico agradecer «profundamente» al veterano político francés sus «clarificadoras palabras». De hecho, si algo hizo Giscard con su intervención fue justificar el pulso que España está librando en la UE para no ver rebajado su peso político. «Si alguien tenía alguna duda, ya se ha disipado con estas palabras», concluyó Aznar. La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, tampoco pasó por alto las declaraciones de Giscard e incluso llegó a decir que los seis países fundadores de la UE no son actualmente «ninguna referencia». «Europa es a 25, y fundador o no fundador, todos somos igualmente europeos y todos tenemos el mismo interés en el futuro de Europa», recalcó. Los socialistas volvieron a criticar la postura de Aznar en política comunitaria. El diputado Diego López-Garrido se quejó de que el presidente del Gobierno mantenga «una posición numantina» y «vaya de llanero solitario» en estas negociaciones. «La actitud del Gobierno español es muy poco política, está aislado y encastillado. Lo que debería hacer es plantear alternativas que puedan suscitar el consenso. Lo que no puede ser es ir de llanero solitario porque así no se va a ninguna parte», dijo. Gíscard d'Estaing, se declaró ayer «optimista» sobre el proyecto de Constitución porque «no hay una solución alternativa» y «los europeos quieren que Europa se haga».