Un error del piloto fue la causa del choque del ferry en Nueva York que se saldó con diez muertos
Todos los indicios apuntan a que la tragedia del ferry que se estrelló ayer en Nueva York, que costó la vida a diez personas y heridas a 46, no se debió al fuerte viento que sopló esa tarde, sino al piloto del barco, que no desaceleró la nave a la hora de atracar. Después del accidente, el capitán del barco aprovechó la confusión para escaparse de allí e irse a su casa, en donde se encerró en el baño y trató de suicidarse, cortándose las venas con una cuchilla e hiriéndose a sí mismo con una escopeta de fogueo. El piloto, Richard Smith, está ahora en estado crítico en el hospital, y las autoridades están tratando de determinar si estaba ebrio, drogado o padecía algún problema físico o psicológico. El ferry se desvío de su trayectoria, se estrelló contra el muelle y se abrió como si se tratara de una lata de conservas. Los pasajeros que se encontraban del lado del barco donde ocurrió el impacto acabaron atrapados entre el acero y la madera del muelle.