El Senado quiere obligar a Bush a que la mitad de las ayudas sean en préstamos
En franco desafío a los deseos del presidente George W. Bush, los senadores estadounidenses han votado a favor de que Irak tenga que devolver hasta 10.000 millones de dólares del dinero destinado a la reconstrucción del país que forma parte del paquete de 87.000 millones de dólares adicionales para Irak y Afganistán solicitados hace un mes por el mandatario norteamericano. Los senadores, tanto demócratas como republicanos, llegaron este jueves a una solución de compromiso para dar el visto bueno al controvertido dinero solicitado. Los congresistas no están conformes con donar los 20.100 millones que se incluyen en el paquete para ayudas a la reconstrucción de Irak y preferirían verlos al menos en parte como un préstamo, algo a lo que Bush se opone tajantemente. Al final, los senadores han exigido al mandatario que 10.000 millones sean concedidos en calidad de donativo sólo si la Casa Blanca logra convencer a otros países a que perdonen el 90 por ciento de los 200.000 millones que Irak tiene de deuda externa. Recolecta en Madrid También están dispuestos a regalar el dinero si Washington logra recolectar una cantidad similar en la Conferencia de Donantes de Madrid. De no ser así, y eso es algo muy difícil de cumplir, la mitad del dinero otorgado sería en calidad de préstamo que Bagdad tendría que devolver en el largo plazo. «El pueblo estadounidense es muy generoso», dijo la senadora republicana Susan Collins, una de las autoras de la propuesta. «Pero el contribuyente estadounidense merece que se le devuelva el dinero por la inversión en ese país. Irak merece ser tratado como un país que tiene un enorme potencial económico». En un momento en el que las cuentas públicas de EE.?UU. enfrentan un déficit récord, muchos legisladores consideran que es justo que Irak contribuya a su propia reconstrucción con los ingresos que generará el petróleo. La Cámara de Representantes votó por su parte en contra de esa medida, y ahora Senado y Cámara tendrán que negociar. En Washington no se pierde la esperanza de convencer a los legisladores de que desistan de la exigencia de otorgar el dinero a Irak en calidad de préstamo.