Rumsfeld echa un pulso a Bush por la mala marcha de la guerra contra el terrorismo

A Donald Rumsfeld no le sentó nada bien que Condoleezza Rice fuera la elegida hace dos semanas para reorganizar el trabajo de los norteamericanos en Irak sin tan siquiera ser consultado. La decisión vino de arriba, directamente del presidente Bush, que no parece mantener tan buenas relaciones con su secretario de Defensa desde que comenzó el goteo de críticas contra el Gobierno tras el final de la guerra y sobre todo ante el imparable ataque de los radicales iraquíes. La venganza de Rumsfeld llegó bajo forma de memorando interno la semana pasada. «Los resultado de la guerra contra el terrorismo son mixtos, a pesar de que hemos conseguido imponer mucha presión sobre ellos, pero aún queda mucho por hacer» afirmaba en el texto, enviado a los principales generales del Pentágono. Sus dudas sobre como se está llevando a cabo la guerra contra el terrorismo fueron publicadas el miércoles por el USA Today y provocaron una fuerte polémica a la que Bush respondió ayer desde Australia con palabras de apoyo: «No he leído el memorando pero según me han dicho, Rumsfeld simplemente dice que nuestros servicios de inteligencia militares deberían centrarse en la guerra contra el terrorismo y yo no puedo estar más de acuerdo». Imagen en entredicho Tanto él como su portavoz Scott McClellan intentaron mostrar el apoyo de la Casa Blanca al que fuera su principal aliado y más exitoso portavoz de la guerra contra el terrorismo que sin embargo, ahora parece haber caído en desgracia. Según publicaba ayer The New York Times, cada vez son más las voces que desde dentro de la Administración claman por su destitución. La falta de autocrítica está mermado la imagen del Gobierno, y Rumsfeld es el principal responsable de esa imagen, a lo que se ha añadido durante la última semana su negativa a criticar el comportamiento del General Boykin, que se atrevió a comparar la guerra contra el terrorismo con la guerra santa entre cristianos y satanás. El propio Bush tuvo que desmentirle en su visita a Indonesia. Sin embargo, su memorando era visto ayer con buenos ojos por los demócratas: «Es la primera vez que las autoridades civiles del Departamento de Defensa declaran sus dudas respecto a la guerra contra el terrorismo» declaró el senador Joseph Biden.