Bush consigue que la cita de Madrid se cierre sin decir cuánto dinero se dará

La Conferencia de Donantes de Madrid se cerrará hoy sin que los países participantes hayan decidido qué cantidad de dinero están dispuestos a destinar al fondo multilateral para la reconstrucción de Irak, tal como desea el presidente Bush. Pese a ello, el Gobierno de Aznar tiene confianza en que las aportaciones internacionales lleguen al menos a 20.000 millones de dólares, una cantidad aún lejana a los más de 55.000 millones que -de acuerdo con el Banco Mundial, las Naciones Unidas y la Autoridad Provisional de la coalición que dirige el procónsul estadounidense Paul Bremen- serían necesarios para levantar los antiguos dominios de Sadam Huseín de aquí a cuatro años. Nadie especificará sin embargo qué porcentaje de su contribución se reserva para los acuerdos bilaterales y cuál está dispuesta a ceder para la gestión de organismos supranacionales. Cada uno a su negocio Uno de los objetivos de esta reunión internacional era la constitución de un fondo cuyos activos deberían ir destinados a cubrir las necesidades de Irak en aspectos tales como la educación, la distribución de agua potable, la salud, las infraestructuras, la vivienda, los servicios financieros y los sectores primario y secundario. Este fondo estaría gestionado de forma independiente por el Banco Mundial, quien se encargará de la mayor parte de los proyectos económicos, y por la ONU, que, a través de su programa para ayuda al desarrollo, se ocupará de los temas sociales. Pero si la mayor parte de los 77 países que participan en el foro optan por contribuir a la reconstrucción iraquí negociando directamente sus propios contratos, la caja multilateral podría quedar muy reducida. La explicación del secretario de Estado de Defensa de España, Fernando Díez Moreno, -comisionado del Gobierno de Aznar para la reconstrucción de Irak- es que el objetivo primordial de la reunión no era tanto crear el fondo multilateral como abordar la reconstrucción del país del Golfo Pérsico. Y un país, advirtió, también se reconstruye mediante acuerdos bilaterales. En esto España no va a ser la excepción que confirme la regla.