Lucho Garzón se alza con el triunfo en unas elecciones que reafirman los cambios en Sudamérica
La izquierda coloca a un trabajador de origen humilde en la alcaldía de Bogotá
En un nuevo golpe a los partidos políticos tradicionales de Colombia, el izquierdista de origen humilde Luis Eduardo Garzón, ganó el domingo la alcaldía de Bogotá, el segundo cargo político más importante del país después de la Presidencia y una especie de escalón hacia la jefatura del Estado. Se trata de la victoria más importante conseguida por la izquierda en la historia de este país de más de 40 millones de habitantes, azotado por un conflicto interno de casi cuatro décadas que deja miles de muertos al año y donde los partidos de izquierda son estigmatizados como aliados de la guerrilla. Garzón, de 52 años, hijo de una empleada doméstica y conocido popularmente como Lucho venció al independiente Juan Lozano. Ante la pobreza de su madre, Lucho comenzó a trabajar desde niño, cargando los palos de los golfistas en un exclusivo club, hasta como cobrador de avisos publicitarios, pasando por aprendiz de carpintería y ayudante de un ciudadano turco que vendía mercancías por los barrios. El triunfo de Garzón, quien conducirá a partir de enero del 2004 los destinos de esta capital con un Producto Interno Bruto (PIB) anual de 6.200 millones de dólares, es reflejo del cambio político en América Latina, en parte por un relevo generacional y el hastío de la corrupción de los partidos tradicionales. Entretanto, se mantiene la incertidumbre sobre la suerte del referéndum y, a falta de computar un dos por ciento de los sufragios, se desconoce si alguna de las quince reformas constitucionales que proponía logrará el umbral de algo más de 6,2 millones de votos requerido para su aprobación. La consulta fue propuesta por Uribe el día de su toma de posesión para combatir la corrupción.