La Cruz Roja reducirá personal pero no abandona Irak tras el atentado
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) anunció ayer su decisión de reducir su personal en Irak, aunque no abandonará el país tras el atentado contra su sede en Bagdad. El director de operaciones del CICR, Pierre Kraehenbuehl, precisó que la reducción del personal se llevará a cabo de manera voluntaria y afectará tanto al personal expatriado como al local que ejerce en ese país tareas humanitarias. «El conjunto del personal, tanto internacional como local, podrá decidir si desea continuar trabajando en las actuales circunstancias», dijo Kraehenbuehl en una conferencia de prensa en la sede del CICR en Ginebra. Agregó que la decisión de permanecer o partir dependerá de cada uno de los miembros del personal y que los responsables del CICR «comprenderemos completamente a aquellos que deseen abandonar en esas circunstancias». «Que quede claro que el CICR no está abandonando Irak», precisó el jefe de operaciones de esa organización humanitaria y señaló que «es responsabilidad nuestra seguir ayudando a la población iraquí». Preguntado acerca de la posibilidad de que las tropas de EE.?UU. refuercen la defensa de sus instalaciones, Kraehenbuehl destacó que «no intentamos utilizar o pedir ese tipo de protección» y agregó que su intención es «adoptar otras medidas de seguridad apropiadas pero no el apoyo de la coalición». «No pedimos protección armada», añadió el jefe de operaciones del CICR, quien indicó que tras el atentado del pasado lunes se han visto obligados a adoptar «medidas adicionales para aumentar la seguridad hacia el personal que permanezca» en Irak y señaló que la sede de su organización en el país árabe continuará en Bagdad. Sin embargo, rechazó dar más detalles acerca de qué tipo de medidas concretas de seguridad adoptarán o cifras sobre la reducción del personal. «Los atentados son la reacción, ni más ni menos, al éxito de la Conferencia de Donantes» ANA PALACIO Ministra de Exteriores de España