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Supervivientes de la tumba de carbón

Los equipos de rescate sacan con vida a 11 de los 13 mineros atrapados desde el jueves en una mina del sur de Rusia, donde sobrevivieron con el agua al cuello y a oscuras

Publicado por
Rafael M. Mañueco - moscú
León

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«Es un milagro, los ha salvado un milagro», exclamó entre sonrisas y sollozos la madre de uno de los once mineros rescatados ayer en una pozo cerca de la localidad de Novoshajtinsk (sur de Rusia) después de seis angustiosos días sepultados a 700 metros de profundidad con el agua casi al cuello y en la más absoluta oscuridad. La complicada operación de salvamento fue posible gracias a la perforación de un túnel desde un pozo adyacente de una longitud de 60 metros. Los once trabajadores, entre ellos el director de la mina, Vasili Avdéyev, han logrado mantenerse vivos gracias a que en la galería en donde se refugiaron se formó una enorme cámara de oxígeno procedente del pozo de ventilación. Sólo uno de los mineros, Serguéi Voitenko, fue izado a la superficie ya cadáver. Su organismo no soportó la fuerte concentración de gas carbónico, la humedad, el cansancio y la falta de alimentación durante seis largas y aterradoras jornadas. Uno de sus compañeros relató al salir del pozo que Voitenko «se derrumbó psicológicamente y eso le debilitó. Estaba seguro de que moriríamos todos». Queda ahora un único desaparecido, cuyo paradero se desconoce. Los once mineros fueron hospitalizados aunque sólo reviste gravedad el estado de uno de ellos. La terrible experiencia que ha puesto a prueba la entereza física y psicológica de estos operarios rusos, cuyo sueldo no supera al mes los 200 euros, comenzó el jueves de la semana pasada. La mina Západnaya sufría filtraciones desde hacía años y no se había dispuesto ningún mecanismo para achicar el agua. Por error, lo mineros picaron en un muro, detrás del que había una oquedad anegada de agua, en comunicación a su vez con un enorme lago subterráneo. El líquido empezó a fluir y la fuerza de la presión terminó derribando la pared. La galería en la que se encontraban los trabajadores se inundó rápidamente. En todo el pozo había en aquel momento 71 hombres. Los que se encontraban en niveles superiores, exactamente 25 mineros, consiguieron salir sanos y salvos a la superficie por sus propios medios pocos minutos después de que se produjera el accidente. Otros 33 fueron rescatados el sábado por los equipos de salvamento. Fue entonces cuando comenzó una carrera contrarreloj para tratar de encontrar con vida a los otros 13 trabajadores que aún permanecían bajo tierra. Las esperanzas de sacarlos de aquel infierno eran remotas por que el agua entraba en las galerías a gran velocidad. Se decidió excavar un túnel desde la mina cercana de 'Komsomólskaya' hasta el lugar donde, según los cálculos de los ingenieros, podían encontrarse los desaparecidos. La perforación de esta galería de evacuación fue muy lenta y trabajosa. Impacientes, los familiares de los mineros atrapados no cesaron de increpar ni un solo día a las autoridades locales y a los responsables del complejo hullero. Plegarias con éxito Desde el viernes, sacerdotes ortodoxos acompañaron a los familiares de los mineros, celebrando misas diarias junto a la boca del pozo y rezando casi sin descanso. Muchos decían hoy que fueron precisamente esas plegarias las que han logrado que la mayoría de los trabajadores pudieran ser extraídos vivos. Ayer por la mañana, el túnel terminó de ser abierto pero allí no había nadie. Pero, gracias a la inscripción «fuimos hacia el pozo de ventilación», trazada sobre la pared de la galería, los equipos de salvamento pudieron dar con los trabajadores. Se encontraban a dos kilómetros y medio más allá del lugar en donde se había calculado. El presidente Vladímir Putin dijo ayer que todas las personas que han participado en las tareas de rescate serán condecoradas. Y añadió: «Estas tragedias son ya sistemáticas».