Los países vecinos de Irak piden que mande la ONU pero sin criticar a Bush
Una reunión de los países vecinos de Irak concluyó ayer en Damasco instando a la ONU a desempeñar un papel más importante en este país, pero sin denunciar la ocupación estadounidense, pese a las duras críticas de algunos participantes. A pesar de las opiniones a veces divergentes de los ministros de Asuntos Exteriores sirio, saudí, iraní, egipcio, turco, jordano y kuwaití, la moderación prevaleció en el comunicado final. Reunidos en ausencia de un representante de las autoridades de Bagdad apoyadas por Estados Unidos, los siete países insistieron en la necesidad de que la ONU «refuerce su papel vital en Irak» supervisando la redacción de una nueva Constitución y la preparación de elecciones generales, además de fijar un calendario para el «fin de la ocupación». El texto pide una «transferencia rápida» del poder a los iraquíes, condena los «ataques terroristas» contra civiles, diplomáticos y empleados de organizaciones humanitarias e insiste en la responsabilidad de los ocupantes en el mantenimiento del orden en el país. También urge a respaldar al gobierno provisional hasta la formación de un gabinete representativo y rechaza la actitud de EE.?UU. contra Siria e Irán a los que acusa de injerencia en los asuntos iraquíes. A petición de los ministros iraní y turco, el comunicado condenó los grupos terroristas que actúan desde Irak, en referencia a los opositores iraníes de los Muyaidines del Pueblo y a los rebeldes kurdos hostiles a Ankara. La reunión comenzó con una hora de retraso para permitir que el jefe de la diplomacia iraquí, Hoshyar Zebari, invitado en el último momento, pudiera llegar a Damasco.