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Berlusconi mantiene su apoyo a Bush tras el peor ataque sufrido por Italia desde la II Guerra Mundial

La resistencia provoca una masacre en el cuartel general italiano en Irak

Dos suicidas estrellan un camión-cisterna bomba y matan a 18 italianos y 8 iraquíes en la base de Nasiriya

Publicado por
Íñigo Domínguez - roma
León

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Dieciocho italianos -doce carabinieri , cuatro militares y dos civiles- perdieron ayer la vida en un atentado suicida perpetrado con un camión-cisterna bomba contra una base de los Carabinieri en Nasiriya (sur de Irak), en el que también murieron ocho iraquíes, lo que eleva a 26 víctimas el balance del brutal atentado. Además, resultaron heridos 15 carabinieri , cuatro soldados y un civil italiano. A ellos se suman unos 80 iraquíes heridos. Italia sufrió así el peor ataque contra sus fuerzas desde que terminó la Segunda Guerra Mundial en 1945 y se convirtió en protagonista de una de las jornadas más trágicas vividas en la postguerra de Irak. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, reaccionó rápidamente al sangriento atentado afirmando que no modificará «la voluntad» de Italia de ayudar a ese país y subrayando que el país se encuentra dividido entre el «dolor» por las víctimas y el «orgullo» por la labor que las fuerzas italianas desempeñan en territorio iraquí. «Nuestra determinación es la misma que la de los italianos de uniforme» que participan en la coalición internacional que busca «apoyar el camino de Irak hacia la democracia», destacó Berlusconi en un comunicado, advirtiendo: «Ninguna intimidación debe movernos de la voluntad de ayudar a aquel país a resurgir y a construirse un autogobierno, seguridad y libertad». La deflagración del camión-cisterna convertido en una bomba ambulante provocó el incendio de varios vehículos aparcados en las inmediaciones del cuartel general de las tropas italianas y afectó al depósito de armas de los carabinieri , provocando nuevas explosiones que sembraron el pánico entre la población iraquí. El atentado lo perpetraron dos hombres a bordo de un camión-cisterna: uno de ellos disparó a los guardias mientras el segundo fue el encargado de estrellas el vehículo contra la entrada. Iatlia atribuyó el ataque a los Fedayines de Sadam, una milicia leal al derrocado presidente Sadam Huseín. Elñ atentado ha golpeado de lleno a los Carabinieri , la policía militar que se ve en las carreteras poniendo multas. Es una figura muy cercana, habitual en la vida cotidiana, y por eso la masacre ha desenterrado de forma muy cruda el debate que más temía el Gobierno de centro-derecha de Silvio Berlusconi: la justificación de la presencia italiana en Irak, rechazada por la mayoría de la población y que no fue apoyada por la oposición. «Era quizá inevitable que la reacción del terrorismo después de los ataques a la ONU, a la Cruz Roja y a las embajadas golpeara a los soldados italianos», dijo Berlusconi ante el Congreso y el Senado en dos comparecencias extraordinarias consecutivas. Berlusconi sólo oyó aplausos de sus propias filas mientras El Olivo guardaba silencio. La oposición se movió con un cauto respeto inicial, entre manifestaciones de dolor y solidaridad, pero pronto se abrieron paso las críticas al Gobierno. Italia recibió el pésame de todos los gobiernos occidentales -Aznar fue uno de los primeros - y Berlusconi, el halago de Bush: «Ha rechazado rendirse frente al terror». Pocas horas después, las tropas americanas lanzaron una gran operación en el sur de Bagdad contra posiciones enemigas. Los intensos bombardeos sacudieron la capital.