Blair y Chirac acuerdan que el ejército europeo no sustituya a la Otan
La otra cumbre que mantuvo ayer el premier británico fue con el presidente francés, primera cita entre estos dos mandatarios desde las diferencias surgidas entre Londres y París por la invasión de Irak. Los dos líderes europeos intentaron mostrar un frente común sobre aspectos relacionados con Irak y con la creación de una defensa común europea, aunque no pudieron evitar que afloraran diferencias en aspectos como la transición democrática de Irak y la manera en la que establecer esa fuerza militar europea sin erosionar el papel de la Otan. «Para ser franco y honesto, creo que el periodo de transición de la soberanía a los iraquíes se está extendiendo en el tiempo y me parece además que de algún modo es un proceso político incompleto», indicó Chirac durante una rueda de prensa conjunta ofrecida en el ministerio de exteriores en Londres. Chirac agregó que «el papel de la ONU debería de ser especificado de una manera más clara.» En el aire Pero quizás fue el futuro ejército europeo lo que más tiempo ocupó de la reunión en la que también estuvo presente el primer ministro francés Jean-Pierre Raffarin. Tanto Blair como Chirac, pero sobre todo Blair por su oposición a Europa hasta en su propio partido, fueron muy prudentes a la hora de hablar de un nuevo ejército europeo que usurpe potestad a la Otan. «La Otan continuará siendo el pilar de la defensa europea y ni Alemania ni nosotros queremos adoptar medidas que afecten a la Otan, que se encuentra en el corazón de la defensa europea», dijo Chirac, quien agregó: «No tenemos nada en contra (de la Otan), aunque creo que existen una número de operaciones militares que pueden ser realizadas por nosotros». Blair por su parte recordó que ya se han producido operaciones militares en las que ha intervenido Europa al margen de la Otan y señaló que «es lógico que Europa intervenga en defensa de los intereses europeos y del mundo». Sin embargo Blair evitó contestar a la pregunta de dónde debería de encontrarse el cuartel general de este nuevo ejército europeo, uno de los caballos de batalla entre Londres y París. Francia y Alemania quieren que el cuartel general sea independiente de la OTAN, mientras que Londres y Washington se oponen.