La embajada de España en Argentina y bancos y empresas españolas, en alerta por atentados
El Gobierno español reconoce que nadie pensó en la resistencia iraquí
No se evaluó con rigor la crisis y se respondió sobre la marcha a los atentados
El Gobierno, de manera más o menos velada, empieza a reconocer que hubo «falta de previsión» en la planificación y en la gestión de la posguerra de Irak. El ministro de Defensa, Federico Trillo, suscribió ayer unas declaraciones del Comisionado del Ejecutivo para la reconstrucción de ese país, Fernando Díez Moreno, quien señaló además que esperaban una posguerra «pacífica» y sin las sacudidas que provocan casi a diario los ataques de la resistencia. Díez Moreno, que también es secretario de Estado de Defensa, realizó esas manifestaciones el martes durante la firma de un tratado entre su departamento y Renfe para regular el transporte de personal y material militar. Preguntado por su visión sobre la situación de Irak y la gestión que allí realizan los aliados, explicó que el Ejecutivo esperaba que la reconstrucción «iba a ser pacífica» y, en cualquier caso, «no iba a haber este tipo de terrorismo que estamos viendo». «Eso no se previó», aseguró. El comisionado reconoció que esa desorientación -agudizada por los continuos atentados contra autoridades e intereses extranjeros- «ha obligado a responder a medida que se han producido los acontecimientos». Una afirmación que equivale a decir que no evaluaron con rigor la crisis y que respondieron sobre la marcha a los atentados de la resistencia y al resto de dificultades. Díez Moreno fue aún más allá y añadió que la clave para resolver esta grave crisis no reside en que Naciones Unidas asuma el mando de las operaciones. A su parecer, «cualquiera que sea el proceso que siga la reconstrucción de Irak, el terrorismo será un proceso paralelo que tardará muchos años en erradicarse». Más duros que Aznar Díez Moreno y Trillo han ido más lejos que el jefe del Ejecutivo, quien sólo reconoció «errores» al «no valorar suficientemente la complejidad de la postintervención». Aznar sólo admitió la posibilidad de equivocaciones en la gestión, pero no habló de falta de previsión y menos ante el terrorismo, el mismo mal con el que los aliados pretendían acabar cuando decidieron llevar a cabo la invasión. También el general estadounidense retirado y ex administrador provisional en Irak, Jay Garner, admitió ayer que Washington ha cometido errores tras el derrocamiento de Sadam y que parte de las dificultades con que se han encontrado las fuerzas norteamericanas y británicas se han debido a «rivalidades entre diferentes ministerios». Mientras, la CIA norteamericana y el Mossad israelí advirtieron al Gobierno argentino sobre la posibilidad de que se produzca un violento atentado en este país contra objetivos norteamericanos, ingleses o españoles. Al Qaeda estaría preparando un golpe terrorista en Argentina y otro en Hong Kong. Protección especial La embajada de España en Buenos Aires, las sedes consulares y la residencia del embajador tienen custodia especial y servicios de seguridad reforzados. Lo mismo ocurre con las representaciones de Estados Unidos, Italia, Gran Bretaña e Israel. Empresas, bancos y asociaciones civiles de estas naciones también tienen vigilancia especial, según informa el corresponsal Agustín Botinnelli. Por su parte, la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) envió ayer un »mensaje amenazante« a Irán y condenó su programa nuclear, pero no enviará el caso ante el Consejo de Seguridad de la ONU ni abre la vía de las sanciones internacionales contra el país.