El ejército israelí mata a cuatro palestinos, entre ellos un niño
Dos soldados israelíes contemplan el cadáver de uno de los palestinos
Una durísima incursión militar israelí, preparada durante meses, acababa ayer con la vida de cuatro palestinos, entre ellos un niño de 9 años, en el distrito de Ramala. La operación, que comenzó de madrugada y tuvo asediada a la ciudad hasta bien entrada la tarde, fue llevada a cabo por tropas del Ejército y agentes del Shin Bet (Servicios Secretos Internos israelíes) que declararon la zona área militar cerrada, procediendo a efectuar redadas casa por casa con ayuda de perros rastreadores, en las que se apresaron al menos a 30 palestinos. Según fuentes del Ministerio de Defensa, la operación trataba de desmantelar las infraestructuras usadas por Hamas para planificar y cometer atentados. Desde primeras horas, las calles de Ramala se convirtieron en un campo de batalla, produciéndose enfrentamientos armados entre milicianos armados palestinos y soldados israelíes. Tres hombres morían en estos enfrentamientos, y un niño de 9 años era abatido cuando lanzaba piedras contra un grupo de militares. El Ejército demolió un edificio de cuatro plantas, en el que supuestamente se escondía un miembro de Hamas, dejando sin hogar a unas 60 personas, según estimaciones palestinas. También en Hebrón cayó otro edificio.