Crece la inseguridad en Israel por la incorporación de atentados de las mafias

La muerte de tres personas en una explosión en Tel Aviv, como resultado de un nuevo ajuste de cuentas entre mafias, ha encendido una luz roja en la sociedad y la Policía de Israel, que ven como el crimen organizado se ha disparado. «Por si no fuera suficiente con los atentados palestinos que hemos vivido estos últimos años, ahora tenemos también que tener los ojos bien abiertos por esta guerra entre los bajos fondos», dice Tamar Keren, una funcionaria que ayer se hallaba por la calle Yehuda Halevy de esta ciudad, cuando se produjo la explosión. La potente deflagración además de los muertos, causó heridas a 19 personas, siete de las cuales están en estado grave, y provocó severos daños materiales en edificios y automóviles. El suceso se produjo en una de las calles más frecuentadas de Tel Aviv, una zona donde se hallan las sedes de los principales bancos y que por la noche se convierte en un escenario donde se perpetran numerosos crímenes. «Esta vez han cruzado una línea roja», dijo el comisario Ezra Aharón, comandante del distrito de Policía Hayarkón (Tel Aviv y alrededores), cuando llegó al lugar de la explosión y vio los daños ocasionados. Otra fuente policial se refirió a los autores de este crimen como los «hamasnikim de los bajos fondos» haciendo una comparación de los mafiosos con activistas del Hamas palestino, por la devastación de la bomba. Según la Policía, el artefacto fue colocado en la marquesina de un puesto de cambio de divisas, próximo a un restaurante donde se hallaba el blanco del atentado: Zeev Rozenstein, uno de los delincuentes más peligrosos de Israel y quien esta tarde era interrogado por la Policía. Rozenstein fue puesto en libertad hace sólo unos días tras demostrase que el testigo que le acusaba de varios asesinatos mentía.