Diario de León

El halcón desmiente los datos detectados por su propio departamento de Defensa

Rumsfeld niega que Halliburton inflara el precio del crudo de Irak Mueren diecinueve personas en el asalto a la TV en Costa de Marfil

La empresa que dirigió Cheney cobró al Pentágono 60 millones de dólares más de lo debido

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Bárbara Celis D'Amico Saliou Traore - nueva york dakar
León

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Donald Rumsfeld defendió ayer la actuación de Halliburton, empresa sobre la que su Departamento de Defensa ha detectado durante una auditoría que infló los precios de la gasolina que importó de Kuwait a Irak. Según la investigación, que aún está en curso, Kellog, Brown and Root, la filial de ingenieria y construcción de Halliburton, le habría cobrado al Pentágono 61 millones más de lo debido, al pagar la gasolina importada de Kuwait al doble del precio de mercado. La empresa que dirigió Dick Cheney antes de ser vicepresidente consiguió un suculento contrato sin licitación previa en el 2002 para reconstruir la infraestructura petrolera iraquí por valor de 15.600 millones de dólares. «No ha habido ningún sobrepago. Tenemos auditores revisando las cuentas, lo cual es un procedimiento habitual, y puede que haya desacuerdo entre Defensa y la empresa pero lo que ustedes están leyendo en los periódicos no es que haya existido un sobrepago», aseguró Rumsfeld, apoyando así la versión de Halliburton que niega haberse beneficiado con la importación de la gasolina. «Nosotros sólo ganamos unos centavos con cada litro que llega a Irak», se defendió el grupo en un comunicado, en el que aseguró que la auditoría era un procedimiento «rutinario» del Pentágono. Por otra parte, la decisión de Washington de vetar a los países opuestos a la guerra en la licitación de contratos para Irak resonó ayer en la cumbre europea de Bruselas, ya que afecta a Francia, Alemania y Bélgica. Los Quince confirmaron su compromiso de participar en la reconstrucción económica y política del país árabe en el marco de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Un total de diecinueve personas murieron en el asalto frustrado la noche del jueves a la televisión nacional de Costa de Marfil en Abiyán, lo que supone un nuevo revés para los esfuerzos por superar definitivamente la guerra civil. La radio A frica número 1, captada en Dakar, precisó que las víctimas fueron dieciocho asaltantes y un miembro de las Fuerzas Armadas Nacionales (Fanci), según el último balance del ministerio marfileño de Defensa, divulgado ayer. El incidente se produjo cuando un número no determinado de hombres armados, identificados por las autoridades como del grupo de los Ninja, intentaron asaltar la sede de la televisión nacional y fueron repelidos por las fuerzas de seguridad, que custodian el edificio. El grupo atacó simultáneamente y en tres lugares distintos de Abiyán, la capital económica, añadió el ministerio de Defensa, que afirma controlar la situación.

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