OPINIÓN
Europa ante su realidad
EL FRACASO de la Conferencia Intergubernamental sobre el reparto de poder en la futura Unión Europea con veinticinco miembros a partir de 2009 es una responsabilidad de todos los países. Hay que desdramatizar la situación porque en otras ocasiones la construcción de la Europa unida vivió al borde del abismo. Las crisis siempre se producen por la necesidad de adaptar las estructuras existentes al crecimiento y a la nueva dimensión política y económica del viejo continente. El pragmatismo y el gran interés general lograron superar el vértigo para evitar caer en el cataclismo pero entonces eran otros tiempos. Habría que recordar el famoso cheque de la señoraThatcher. La situación era de insulto indisimulado por la grosería con que se exigía la devolución de los dineros de más aportados por el Reino Unido y que se gastaban en comprar los votos de los agricultores franceses y alemanes. La Dama de Hierro recibió su cheque y todo se apañó para ajustar políticamente los desacuerdos. La reacción totalmente intransigente de los polacos en esta cumbre de Bruselas se entiende por el sufrimiento que la Historia les ha deparado (desde la invasión nazi hasta la dictadura soviética) y que les ha enseñado a que si tienen una oportunidad para decir no y defender sus intereses, no deben desaoprovecharla porque además cuentan con el respaldo del Gran Hermano norteamericano. la de Bush es una sombra que ha planeado en la pugna entre las grandes potencias y los países emergentes -como España- que han cumplido todos los compromisos y cuya pujanza es un desafío para los ya establecidos que bloquean, al quedar en evidencia, la posibilidad de hacer un nuevo sitio en el club de los privilegiados. El reparto de poder enfrenta. Y hay una cosa clara: una vez cerrado el asunto nadie podrá reclamar. Por eso, no pasa nada por seguir negociando, hay tiempo.