Preguntas pendientes
La captura de Sadam Huseín en su feudo de Tikrit plantea importantes cuestiones que todavía están sin resolver
La captura de Sadam recuerda a la caza del zorro en su madriguera. Para Estados Unidos es un objetivo cumplido, el As de picas de la baraja ha caído. Probablemente obedece a una denuncia ante el estrechamiento inminente del cerco a Sadam. La captura significa dos cosas: una victoria moral para Estados Unidos y el que Sadam ya no tenía más que estos apoyos, casi familiares. Su aspecto demuestra el sufri-miento que estaba padeciendo. Si se había refugiado allí es por-que en el exterior no le ofrecían suficiente seguridad. Quedan unas preguntas pendientes: ¿Dónde están sus dobles?, ¿porqué estaba solo? ¿dónde están sus apoyos? Y ¿qué va a pasar ahora? Tal vez vaya a continuar el plan para Irak que consiste en acabar con el régimen anterior y establecer una situación de seguridad nacional para que pueda haber un gobierno iraquí elegido en unas elecciones libres. Quedan ahora varios problemas difíciles. Irak tiene tres comunidades distintas: los kurdos, sunníes y chiíes, cada uno con sus propios intereses. Necesitan un gobierno de consenso que cuente con el apoyo exterior de los países vecinos, de Europa y de Estados Unidos. Pero en todo caso, Irak será un reto, para ver si un país islámico se puede trasformar en una nación estable y próspera, donde se respeten los derechos humanos. Eso sería un verdadero milagro.