| Crónica | Terremoto en California |
Más temblor que el de la tierra
Los californianos temen que el seísmo que sacudió el Estado y provocó dos muertos sea el aviso de otro más intenso que vaticinan que destruirá California antes de 30 años
La tierra seguía temblando ayer en California. Apenas un día después de que un terremoto de magnitud 6.5 causara dos muertos y decenas de heridos en la localidad de Paso Robles al provocar el derrumbamiento de una torre del siglo XIX, más de noventa pequeños seísmos se dejaron sentir a lo largo y ancho del Estado. Ninguno de ellos superó los 4.7 grados de la escala Richter aunque Ross Stein, el portavoz de la Oficina del Instituto Geológico de Estados Unidos, aseguró que estos temblores eran «solo una advertencia». Según un estudio hecho público hace seis meses, California tiene un 62% de probabilidades de ser arrasada en los próximos treinta años por un terremoto de grandes magnitudes conocido en ámbitos científicos como the big one . Además, durante las próximas semanas es posible que se produzcan temblores de magnitud 5 o superior, según Stein. Para nadie es un secreto que el estado que ahora gobierna Arnold Swarzenegger reposa sobre la falla de San Andrés, la zona más sísmica de Estados Unidos. Los seísmos son una constante en la vida de sus habitantes pero el impacto de los temblores que sufre depende además de la magnitud, del epicentro de los mismos. El que ocurrió el lunes se localizó a a 11 kilómetros del pueblo costero de San Simeón, a unos 300 kilómetros de Los Ángeles pero podría haber sido devastador de haberse producido en un área hiperpoblada como San Francisco. De hecho, el terremoto de 1994, que provocó pérdidas de 20.000 millones de dólares, sólo tenía dos décimas más de intensidad que el del lunes. Aunque 70.000 viviendas sufrieron cortes de luz a causa del terremoto, no se han tenido que lamentar daños mayores. El seísmo ocasionó daños a unos 80 edificios en San Luis Obispo, a unas 50 kilómetros del epicentro, muy cerca del Castillo de San Simeón. Este castillo-museo del excéntrico magnate de la prensa William Randolph Hearst, un sitio histórico visitado diariamente por centenares de turistas, no sufrió daños de envergadura, pero tuvo que ser desalojado. El gobernador Schwarzenegger planea visitar Paso Robles y otras áreas afectadas para evaluar personalmente los daños causados por el terremoto más fuerte de los últimos cuatro años. El actor convertido en político dio el pésame a las familias de las dos víctimas: dos mujeres de 19 y 55 años empleadas en una tienda de ropa, que murieron aplastadas. Una advertencia «Esto sólo es una advertencia», señaló Ross Stein, portavoz de la oficina del Instituto Geológico de Estados Unidos en Menlo Park (California), quien añadió que el temblor provocó que la zona se tambalease como un sonajero y que las montañas cercanas creciesen 30 centímetros de altura. «Esta es una tierra de terremotos y necesitamos estar preparados para el futuro», agregó el geólogo, quien señaló que existen entre el 5 y el 10 por ciento de posibilidades de que en los próximos días se produzcan seísmos de mayor intensidad. En el último gran terremoto que sacudió a San Francisco, el de Loma Prieta, en 1989, con una magnitud de 6,9 grados, murieron 63 personas, 16.000 viviendas quedaron destrozadas y se quebró parte del Bay Bridge, el largo puente que une San Francisco con el este de la bahía. Un estudio dado a conocer a mitad de año predijo que es muy posible que los temblores que se han dejado sentir en los últimos años sean el preámbulo de otro devastador, el Big One . La investigación, en la que participaron más de cien científicos de varios entes públicos y compañías privadas, señaló que las posibilidades de que un gran seísmo ocurra antes del año 2032 son de un 62 por ciento.