El Ejército utilizó francotiradores, tanques, helicópteros y explosivos con los que voló túneles
Israel lanza un ataque en Rafah que obliga a evacuar a los niños
Sharón efectúa casi al mismo tiempo una visita histórica a Nazaret
La relativa calma que reinaba desde hacía unos días en la franja de Gaza se rompió en las últimas 48 horas con un nuevo baño de sangre en el que perdieron la vida 10 palestinos y dos soldados israelíes. El Ejército israelí invadió de madrugada la castigada localidad gazeña de Rafah, situada junto a la frontera egipcia, con más de 40 tanques apoyados por helicópteros Apache, tras el ataque de dos milicianos palestinos contra una patrulla militar cerca del asentamiento judío de Gush Katif, en la que ambos murieron junto a dos jóvenes soldados israelíes. Fuentes del ministerio de Defensa desligaron la incursión de Rafah con este incidente, asegurando que ésta forma parte «de la lucha permanente» emprendida por Israel para destruir los túneles de contrabando de armas que supuestamente abastecen a las milicias palestinas desde Egipto. Las tropas hebreas, que todavía permanecen acantonadas en el lugar, actuaron ayer especialmente en el denominado bloque C, una zona cerrada del campamento refugiados de Rafah, muy cercana a la frontera egipcia. Sus habitantes evacuaron a duras penas a los numerosos niños, entre los disparos de los soldados apostados en los tejados de varias viviendas que rodean el campo. Ocho palestinos, la mayoría civiles desarmados, murieron durante toda la jornada, y una treintena resultaron heridos -entre ellos 3 niños- 10 de ellos en estado crítico. La mayoría de las víctimas murieron por el impacto de dos misiles disparados desde un helicóptero Apache, según algunos testigos. Francotiradores del Ejército israelí se hallaban apostados en los tejados de varias viviendas que rodean el campo y la mayoría de los heridos fueron tiroteados por estos soldados. En Cisjordania, las fuerzas israelíes apresaron en las últimas horas a más de 20 militantes de Hamas en la ciudad de Ramala. Casi al mimso tiempo, el primer ministro de Israel, Ariel Sharón, realizó una visita histórica a la ciudad de Nazaret para promover las relaciones con la comunidad palestina-israelí. Fue la primera visita a esa ciudad de Galilea en la que vivió Jesucristo de un primer ministro israelí desde de la que hizo Isaac Rabin en 1995. Israel también dio a conocer ayer el coste del muro que levanta en territorios palestinos a lo largo de Cisjordania: cerca de 2.000 millones de euros. La extensión final de esa valla, que incluye tramos montados con planchas de cemento armado de ocho metros de altura, será de 750 kilómetros y hasta la fecha se levantaron 150 kilómetros. El Gobierno israelí, que se ha anexionado de hecho parte de Cisjordania con el trazado del muro y dejará aislados a decenas de miles de palestinos si se completa la obra, insistió en que se trata de «una valla de seguridad y no una frontera política». Alivio en Belén Israel anunció ayer que aliviará los controles militares en Cisjordania para facilitar la llegada de peregrinos y turistas a Belén por Navidad, pero no levantará los tres controles de acceso a la ciudad donde nació Jesús. Cercada por el Ejército, la zona autónoma de Belén (47.000 habitantes, de mayoría musulmana), al sur de Jerusalén, se prepara para festejar su cuarta Navidad desde el inicio de la Intifada a finales de septiembre de 2000. El Gobierno de Sharon anuncia que la medida está destinada a facilitar la celebración de la fiesta (..) en un espíritu de cooperación y buena voluntad».