Diario de León

Los habitantes de Bam buscan desesperados a familias enteras enterradas bajo los escombros y piden ayuda a gritos

Al menos 20.000 personas pierden la vida en un seísmo en el sureste de Irán

Las tareas de rescate son insuficientes para salvar a todas las víctimas que siguen sepultadas

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colpisa | teherán

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Al menos 20.000 personas murieron y otras 50.000 resultaron heridas en el terremoto que sacudió hoy por la mañana la ciudad de Bam y su región, en el sureste de Irán, según afirmó un responsable del Gobierno de Kerman. El terremoto, que se produjo a las 5,30 hora local, sorprendió dormidos a los casi 100.000 habitantes de Bam, ciudad al sureste de Irán, muchos de los cuales no llegaron a despertar. El temblor de tierra destruyó más del 75% de la ciudad, cuyos edificios, muchos de ellos de adobe, se desplomaron y sepultaron a centenares de personas. Los habitantes de Bam, al sureste de Irán, lloran a sus muertos mientras que los socorristas que llegaron al lugar están visiblemente desbordados por la magnitud de la catástrofe. Decenas de cuerpos retirados de entre los escombros yacen en el suelo de la ciudad histórica, importante joya del patrimonio cultural de Irán cuyo casco antiguo quedó completamente destruido por el desastre. Los habitantes lloran alrededor de sus muertos y se quejan por la lentitud de las operaciones de rescate. «Diecisiete miembros de mi familia están debajo de los escombros de mi casa, hay que darse prisa, si no morirán», explicó Ali, que intenta en vano remover escombros con la ayuda de una pala, una herramienta irrisoria ante la magnitud de la destrucción de su vivienda. Al otro lado de la calle, una decena de cadáveres yacen en el suelo. En otras calles de la ciudad también se pueden ver decenas de cuerpos. «¿Por qué tardan tanto?» La ciudad vieja de Bam fue destruida en un 90% . Pocas casas están aún en pie. La imponente ciudadela histórica de Arg e Bam, joya del patrimonio cultural iraní, cuyos orígenes se remontan a más de 2.000 años, está totalmente destruida. «¿Por qué los socorristas tardan en venir?. Si estuviéramos en Occidente, todos los medios habrían sido movilizados», protesta un habitante. Equipados con palas, numerosos habitantes de la ciudad intentan remover los escombros. No hay suficientes medios para extraer a los heridos y los supervivientes que están bloqueados debajo de los escombros. La mayoría de las casas de la región fueron construidas con tierra, adobe, y una mezcla de tierra y paja y no resistieron a la terrible sacudida. Numerosos habitantes de Bam buscan vehículos para refugiarse en Kerman, capital de la provincia, o en otras ciudades. «No tenemos ni agua ni alimentos», afirmó una mujer de edad avanzada, cuyo velo negro, casi blanco por el polvo, la cubre de pies a cabeza, como a todas las habitantes de esta ciudad escondida bajo el polvo. Las sirenas de las ambulancias suenan sin cesar y un camión pasa por lo que era la avenida principal de Bam llevando una veintena de cuerpos amontonados unos arriba de otros. Los helicópteros pasan periódicamente transportando heridos hacia la ciudad de Kerman, a 180 kilómetros, ya que los hospitales de Bam quedaron destruidos por el seísmo. Del otro lado de la ciudad, el cementerio de Bam presenta otro espectáculo de tremenda desolación. Las excavadoras cavan enormes fosas y los habitantes que llegan posan los cuerpos de sus muertos, aún con sus ropas, y sin lavarlos como lo prevé el rito musulmán. Unas 2.000 víctimas fueron enterradas desde que se produjo el seísmo ayer por la mañana, según la agencia Irna. En Bam, numerosos son los habitantes que pasarán la noche sin comida y sin mantas, y con la llegada del invierno un frío glacial del desierto invade la ciudad histórica, transformada en una ciudad fantasma.

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