El desvarío de «Il Cavaliere»

El anuncio del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, sobre un presunto plan de atentar contra el Vaticano con un avión kamikaze en Navidad, despertó un aluvión de críticas desde la oposición, que le atribuyen un exceso de ligereza y alarmismo. Berlusconi asegura que pasó la Nochebuena en Roma en permanente contacto con las fuerzas de seguridad en previsión de un atentado similar a los del 11-S. Según Il Cavaliere, la amenaza terrorista se basaba en «informaciones precisas y contrastadas» procedentes de los servicios secretos. El anuncio creó una gran alarma entre la opinión pública. Berlusconi fue inmediatamente tachado de «alarmista e irresponsable». El líder de los Verdes, Alfonso Pecoraro Scanio, señaló que después de su último tropiezo «es mejor que Berlusconi vuelva a su labor de empresario, ya no que se da cuenta que es el jefe de Gobierno y sigue hablando demasiado». Franco Monaco, centrista de La Margarita, fue más lejos al decir que Berlusconi habla como si estuviera en un bar con los amigos y que «sería un espectáculo cómico y grotesco si no se tratara de una realidad humillante y dramática para Italia». El responsable del comité parlamentario de control de los Servicios Secretos, el ex ministro del Interior Enzo Bianco, señaló su «sorpresa y contrariedad» por las afirmaciones del primer ministro. Y el propio alcalde de Roma, Walter Veltroni,señaló la inutilidad de «crear un clima de miedo e inseguridad» y criticó el hecho de «revelar informaciones que son reservadas precisamente para no crear alarma». Desde la oposición se recuerda que la amenaza del terrorismo islámico ha crecido en Italia por el apoyo a la intervención en Irak. Brerlusconi aseguró que los entrecomillados que aparecen en la entrevista fueron manipulados por el subdirector del diario, Renato Farina, al que recibió en su residencia de Arcore (Milán) con la intención de «intercambiar saludos navideños» y no hacer declaraciones en exclusiva.