Están acusados de genocidio pero ocuparán un escaño como diputados
Milosevic y Seselj ganan desde una celda de La Haya las elecciones
Los ultras serbios obtienen el triunfo electoral pero necesitan un aliado para formar gobierno
El largo y difícil camino de Serbia hacia la democracia sufrió el domingo un serio revés cuando dos famosos políticos del país, que se encuentran actualmente en la cárcel en La Haya, acusados de haber cometido crímenes contra la Humanidad, fueron elegidos para ocupar sendos asientos en la Asamblea parlamentaria del país: el ex dictador Slobodan Milosevic y el furioso líder ultranacionalista, Vojislav Seselj. El Partido Radical Serbio (SRS) obtuvo el mayor número de votos, pero el porcentaje alcanzado, un 27,3%, no le permite formar gobierno con sus aliados del partido Socialista de Milosevic, que logró solo un 7,6% de los votos. El triunfo de los ultranacionalistas, que aun sueñan con una Gran Serbia -una meta que llevó la muerte y destrucción a la antigua Yugoslavia- pronostica tiempos duros para los políticos reformistas que abogaron, en los últimos tres años, por impulsar los cambios democráticos y económicos que necesita el país para poder integrarse a Europa y olvidar su trágico pasado. El SRS, que dirige desde la cárcel Vojislav Seselj, y el Partido Socialista serbio de Milosevic (SDS), obtuvieron en total casi un 35% de los votos, un éxito considerable para los dos responsables de una política que ocasionó la destrucción de la antigua Yugoslavia y una terrible bofetada para los políticos demócratas que creían que Serbia había enterrado para siempre sus sueños nacionalistas. La derrota electoral obligará a los dos partidos prooccidentales, el DS y el G17 Plus, a buscar la reconciliación con Kostunica, que recupera protagonismo.