Jatami dice que su Gobierno es incapaz de afrontar el volumen de la tragedia | Crónica | Milagro entre ruinas |
Irán entierra en fosas 25.000 cadáveres del terremoto de Bam
Los equipos de rescate tiran la toalla cuatro días después del terremoto que devastó la ciudad
El presidente de Irán, Mohamed Jatami, afirmó ayer a su llegada a Bam, la ciudad destruida por el seísmo del viernes, que la magnitud de la catástrofe es enorme y su Gobierno no puede afrontar las necesidades de los damnificados. «La magnitud de la tragedia es tan grande que la ayuda ofrecida por el Gobierno y la gente no satisface la demanda de las víctimas», dijo Jatami, impactado por la extensión de los daños y la situación de los afectados. También el máximo líder religioso, el ayatolá Alí Jamenei, visitó la zona devastada y prometió construir una «ciudad desarrollada» en lugar de Bam. Jamenei hizo un llamamiento para que los responsables y el pueblo de Irán ayuden a los supervivientes. «Quiero reiterar mis condolencias y afirmar que todos nosotros somos responsables de ayudar y responder a las demandas de los supervivientes», añadió. Los equipos de salvamento empezaron ayer a perder la esperanza de encontrar a más supervivientes bajo los escombros de las miles de viviendas destruidas, cuatro días después del seísmo. Fuentes oficiales iraníes anunciaron que hasta el momento unos 25.000 cadáveres han sido rescatados y enterrados en fosas comunes y no descartaron que el número de víctimas mortales alcance las 40.000 personas cuando finalicen las operaciones de desescombro. Miles de residentes de Bam pasaron su tercera noche a la intemperie, algunos de ellos apenas protegidos del intenso frío por mantas. Según las autoridades de Teherán, el seísmo, de 6,3 grados en la escala abierta de Richter, causó la destrucción total o parcial de más del 70 por ciento de las viviendas de Bam, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. También provocó el corte inmediato de los servicios de agua y electricidad y la suspensión de las líneas telefónicas con el resto de Irán, lo que dificultó las operaciones de salvamento.