Abu Ala pide a la desesperada que Europa, EE. UU. y la ONU presionen a Israel
Mientras las obras del muro de Cisjordania siguen su curso, el primer ministro palestino, Abu Ala, efectuó ayer una visita sorpresa A Qalquiliya -donde la construcción del muro ya se ha completado dejando a la ciudad aislada por todas partes excepto por un punto donde hay un control militar- y acusó a los israelíes de llevar a cabo una obra «racista». Al pie de la estructura de hormigón de ocho metros de altura, que ya alcanza 150 kilómetros de longitud, Abu Ala se dirigió a la comunidad internacional para que presione a Israel con el fin de que se deshaga lo que ha construido en los últimos meses, algo que Israel no está dispuesta a hacer. «Este es el muro de separación racista con el que Israel pretende convertir áreas de Cisjordania en cantones aislados y que de ninguna manera es compatible con un gobierno palestino o con un estado palestino», dijo el primer ministro. «Desde el borde de este muro de separación racista apelo a Estados Unidos, al presidente Bush, a Europa y a las Naciones Unidas, para que comprendan que esto no da ninguna oportunidad al establecimiento de un estado palestino». «Y no digo esto desde la emoción. Simplemente trato de atraer la atención de lo que Israel está haciendo con este muro. Están dibujando una solución impuesta sobre el terreno», manifestó Abu Ala. «Queremos que Estados Unidos pida a Israel que pare la construcción de este muro que está destruyendo todo. El muro no es sólo un obstáculo para la paz sino que destruye la paz». Abu Ala agregó que el muro está sirviendo para que se creen unas áreas aisladas dentro de Cisjordania que el primer ministro palestino comparó con los «bantustanes» que la Sudáfrica del apartheid construyó para mantener separados a los negros. Impasible Pero Israel continúa con su política de hechos consumados con el apoyo unas veces explícito y otras implícito de Estados Unidos y mientras la Unión Europea es incapaz de adoptar medidas que frenen las actuaciones de Israel. El diario de Tel Aviv Yediot Ahronot reveló que las medidas unilaterales de Israel continuarán en los próximos meses. Por otra parte, un activista falleció al explotarle encima una carga que manipulaba en un pueblo cercano a la localidad de Naplusa.