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Publicado por
ENRIQUE VÁZQUEZ
León

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EN AUSENCIA de Fidel Castro es la actualidad la que ha robado el show a la «Cumbre de las Américas», que ayer fue abierta en Monterrey (México) y cuyo comunicado final había sido acordado en sus versiones en inglés y castellano por los políticos a partir del trabajo de los serpas (los funcionarios de menor rango que preparan los papeles a los líderes políticos). La reunión significa un cambio en la agenda del presidente Bush, quien ha debido escenificar un interés por América Latina muy subrayado al principio de su legislatura («mi prioridad serán las Américas», dijo entonces) y su primera visita oficial fue al México del presidente -y amigo - Vicente Fox. Pero el 11 de septiembre lo cambió todo: la Casa Blanca debió enfrentarse al desafío terrorista y a lo que es formalmente su derivada (la invasión de Irak) y se evaporaron los buenos propósitos. Es improbable que vuelvan a medio plazo. La actualidad antes mencionada ayuda. Sin crisis estratégicas graves (la caída de Sánchez de Lozada en Bolivia o la delicada situación del padre Aristide en Haití ahora alcanzan esa condición) nada fundamental sucede en el Hemisferio. Fidel Castro está donde solía y que dos hombres fuertes, Lula y Kirchner, sean presidentes de Brasil y Argentina, si aporta un punto de fricción por el discurso autónomo que ambos adoptan frente a Washington no es un problema mayor. Por eso lo único interesante del foro era el reencuentro, incluso personal, de Bush y Vicente Fox, muy alejados tras el desinterés norteamericano por la inmigración ilegal mexicana.