Annan hace esperar a Bush y aplaza el envío de ayuda de la ONU a Irak

Estados Unidos comenzó ayer lo que promete ser una intensa ronda de negociaciones con las Naciones Unidas sobre el futuro político de Irak. En un intento por ganarse el favor de la mayoría chiíta de ese país, que ayer volvió a demostrar su desacuerdo con el plan electoral estadounidense a través de una multitudinaria manifestación en Bagdad a la que asistieron decenas de miles de musulmanes, Paul Bremer y una delegación del Consejo de Gobierno Iraquí encabezada por Adnan Pachachi, solicitaron «el envío de una misión técnica a Irak que asesore sobre la viabilidad de la celebración de elecciones o proponga alternativas posibles» según explicó ayer Annan ante la prensa en Nueva York. Horas antes, en Bagdad, enarbolando pancartas con la foto de su líder religioso, Ali Sistani, -quien ha solicitado la celebración de elecciones directas frente a la decisión norteamericana de crear comités regionales que elegirán una asamblea transitoria para designar un gobierno interino a fines de junio- los chiítas recorrieron la capital iraquí durante más de cuatro horas e hicieron un llamamiento a Kofi Annan: «Esta manifestación es un mensaje para recordar al secretario general de la ONU la situación de sufrimiento que padecen los iraquíes y su derecho a celebrar elecciones libres, que son la base de la democracia» dijo el representante de Sistani Hisham al Awadi. Estados Unidos considera que el país no está preparado para unas elecciones, que según su plan deberían celebrarse como pronto en 2005, pero al mismo tiempo teme que los chiítas, que constituyen entre el 60% y el 70% de la población, provoquen una revolución si no se atienden sus peticiones. Su grupo religioso fue uno de los que más sufrió durante la era de Sadam Husein, suní, pero desaparecido el dictador, han recobrado la fuerza que les da su número y además se sienten apoyados por sus vecinos iraníes, también mayoritarios. Tiempo para pensar Sin embargo, el regreso de la ONU sigue siendo una decisión difícil para Kofi Annan, quién retiró a su personal de Irak tras los atentados sufridos por la organización en agosto y septiembre. La falta de seguridad en un país donde el domingo murieron 24 personas en otro atentado, sigue siendo uno de los obstáculos más difíciles de salvar de cara al regreso de la ONU. No obstante, Annan dijo ayer que aún no había tomado ninguna decisión ya que necesitaba discutir el tema «a fondo». Sin embargo, según aclaró Bremer, «ha aceptado analizar la propuesta con urgencia así que esperamos que la ONU regrese a Irak cuanto antes. Y el actual presidente del Consejo de Gobierno iraquí, Adnan Pachachi, aseguró que la fecha límite establecida para la entrega de la soberanía a los iraquíes, el 30 de junio próximo, se mantendrá.