Sorprendido con Aznar

El presidente libio, Muamar el Gadafi, se reunió ayer en Trípoli con la ministra española de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, a quien preguntó por las razones por las que el presidente del Gobierno, José María Aznar, ha decidido no optar a la reelección. «¿Por qué no quiere presentarse a las elecciones mi amigo Aznar?», preguntó el líder libio a la ministra al comienzo de la reunión, todavía en presencia de los periodistas. Palacio, por su parte, le informó de que Aznar había dado su palabra de no optar a un tercer mandato y, tras entregarle en un sobre un mensaje personal del jefe del Ejecutivo español, le transmitió el deseo de éste de mantener la «excelente relación» fraguada con el presidente de Libia. Durante la reunión, además de analizar la situación internacional, especialmente en Irak y Oriente Próximo, Gadafi y Palacio trataron asuntos bilaterales como la puesta en marcha de un acuerdo de protección recíproca de inversiones, la doble imposición y como facilitar el trámite de visados, entre otros temas. La ministra de Asuntos Exteriores, cuya visita a Libia es fruto de una invitación personal de Gadafi el pasado diciembre, explicó que éste había hecho, durante la hora y media de entrevista entre ambos, un reconocimiento expreso del papel de España en la nueva etapa de relaciones de Libia con la comunidad internacional. La mediación de Madrid Palacio explicó a los periodistas que transmitió al dirigente libio el deseo de España de seguir siendo protagonista en el empeño de que Libia recupere el papel que le corresponde en la escena internacional y de mantener unas relaciones privilegiadas. Por su parte, en una entrevista concedida al servicio en español de la BBC, Aznar defendió el compromiso asumido por su Gobierno en la guerra de Irak y minimizó los resultados de las encuestas, según los cuales un 90 por ciento de los españoles se oponía a la guerra en Irak. «La voluntad de los ciudadanos no se manifiesta en una democracia en las encuestas, sino en las elecciones», señaló. «Yo creo que la legalidad internacional debe ser respetada y los que la desafían deben atenerse a las consecuencias. La impunidad no debe ser la regla», prosiguió el presidente. «Yo respeto las posiciones de todos los países, pero el mundo corre riesgos», afirmó Aznar. «Por mirar a otra parte los problemas no desaparecen. El terrorismo no es una amenaza, es una realidad que nos puede golpear en cualquier momento. Ante esos riesgos si es necesario actuar, hay que actuar«, aseveró. «En los meses venideros se podrán ver los frutos de esta intervención. El mundo es mejor y más libre sin Sadam Husein«, prosiguió. »Yo creo que se conseguirán cosas en el mundo, como estamos viendo en Libia y espero que veamos en Irán y en Corea del Norte», añadió. Aznar reiteró su «deseo personal» de que la OTAN asuma cada vez más responsabilidades de seguridad y que la ONU tenga una responsabilidad clara en Irak.