Powell admite por primera vez la posibilidad de que Sadam no tuviera armamento prohibido
El jefe de los inspectores de Bush dimite y asegura que no hay armas
El director del Organismo de la Energía Atómica avisa: «Se acerca una guerra atómica»
La búsqueda de armas de destrucción masiva en Irak adquiere un nuevo giro tras la dimisión de su hasta ahora responsable, David Kay, sustituido por el ex inspector de armamento de la ONU Charles Duelfer. Antes de asumir su puesto como jefe del Grupo de Investigación, Duelfer, número dos del equipo de inspectores de armamento de la ONU en Irak durante la década de los noventa, había expresado públicamente su opinión de que esas armas prohibidas no existen. En sus primeras declaraciones tras el anuncio del nombramiento, el experto indicó: «Mi meta es determinar qué es lo que ha sucedido sobre el terreno. Descubrir cuál es la verdad». Ahora, Duelfer encabezará un equipo de 1.400 expertos que se encargarán de analizar los documentos del régimen, de interrogar a los implicados en los programas de armamento y de inspeccionar instalaciones para determinar cuáles eran los planes militares del ex presidente Sadam. Duelfer sustituye en su puesto a David Kay, quien en sus nueve meses en el cargo no encontró ninguna prueba concluyente sobre la presencia de armas no convencionales en Irak. Tras su renuncia, el viernes, Kay declaró que no cree que esas armas existan y apuntó que los datos que se manejan son de la época de la primera guerra del Golfo, en 1991. Nunca tan grande El secretario de Estado Colin Powell admitió ayer por primera vez la posibilidad de que Irak no guardara armas de destrucción masiva antes de la invasión estadounidense. Mientras, el director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica, Mohamed Al Baradei, asegura que «se acerca una guerra atómica» que se podría producir «si no acordamos un nuevo sistema mundial de control». El Baradei señala que el peligro de que estalle una guerra con armas atómicas