Un misionero que echó a un niño del colegio muere asesinado en Burkina Faso
El misionero español Ignacio García Alonso murió asesinado el pasado viernes en el Colegio La Salle que dirigía en la localidad de Bobo-Dioulasso (Burkina Faso). El embajador de España en Costa de Marfil, Francisco Elías, asistió ayer a los funerales del religioso, que fue enterrado en un cementerio de la congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. La agencia vaticana Fides informó que Ignacio García Alonso murió a machetazos en su despacho de director del centro escolar, en el barrio de Tounouma. La agresión tuvo lugar sobre las 12,30 horas y pudo haber sido por una o varias personas que se dieron a la fuga con total impunidad. Ignacio García fue encontrado horas más tarde por varios de sus compañeros. Su cuerpo apareció desfigurado y tenía el cráneo destruido. La policía interroga a varios miembros de una familia cuyo hijo había sido expulsado del colegio a causa de sus robos reincidentes. Estas personas fueron las últimas que vieron con vida al religioso la mañana de su muerte. La policía sospecha que pudieran haber actuado por venganza. Sin embargo, los investigadores no han descartado que el crimen, cometido, a plena luz del día y con alumnos deambulando por los patios del colegio, pudiera haber sido cometido por algún perturbado que habría actuado sobre el religioso como podría haberlo hecho sobre alguna otra persona. Los restos mortales de Ignacio García Alonso recibieron sepultura en un cementerio de la congregación a la que pertenecía en Toussiana. Una vida en África El hermano Ignacio era muy conocido en la zona de Bobo-Dioulasso, la segunda ciudad en importancia de Burkina Faso. Había nacido hace 63 en la localidad burgalesa de Pedrosa del Río (Burgos). Estudió pedagogía y biología en Lyon y Caen (Francia). Salvo pequeños paréntesis de formación, su vida religiosa transcurrió íntegramente en África, primero en Rabat (Marruecos) y, desde 1968, en Burkina Faso y Níger. El misionero español había sido nombrado el verano pasado director del colegio en donde fue asesinado. Al mismo tiempo se encargaba de la puesta en marcha, en Banfora, a unos cincuenta kilómetros de Bobo-Dioulasso, del proyecto Clima, un plan de formación agrícola y rural para jóvenes.