Un año después, en las ciudades volvieron a oírse gritos de «No a la guerra» y proclamas contra la presencia española
Miles de personas vuelven a tomar las calles contra la ocupación de Irak
Los organizadores cifran en 150.000 los asistentes, que el Gobierno deja en tan sólo 9.000
Fueron escenas de miles de personas. Quizás no tantas como en febrero del 2003 cuando millones de ciudadanos se lanzaron a la calle para intentar, sin éxito, parar la inminente guerra. Un año después, con la invasión y la ocupación de Irak ya consumadas, volvieron a gritar su No a la guerra en ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Valladolid, Zaragoza o Sevilla. Las caras eran las mismas que hace doce meses. Diferentes eran las exigencias de los manifestantes. Pedían el fin de la ocupación, un juicio internacional al trío de las Azores por genocidio, la vuelta a casa de los soldados españoles, responsabilidades por las inexistentes armas de destrucción masiva, el envío de tropas de la ONU a la zona o, directamente, el regreso de la soberanía a manos del pueblo iraquí. El recuerdo de José Couso, el cámara de Telecinco asesinado por los tanques norteamericanos en Bagdad, estuvo bien presente en Madrid durante la más multitudinaria de las marchas que ayer se celebraron en España y que fueron el preámbulo de las movilizaciones que tendrán lugar el 20 de marzo cuando se cumpla el primer aniversario del inicio de las acciones bélicas. Contradicciones Según los organizadores fueron 150.000 personas, según la Delegación del Gobierno sólo 9.000 los ciudadanos madrileños que a mediodía de ayer recorrieron los centenares de metros que separan el intercambiador de Moncloa de la Plaza de España. No hubo incidentes y la marcha se desarrollo en un ambiente festivo -a tono con las fechas de carnaval- con charangas, pancartas satíricas, caretas y disfraces. Hasta 38 organizaciones sociales (entre ellas Izquierda Unida, UGT y CC.OO.) habían convocado a los madrileños bajo el lema Un año después, Madrid contra la guerra . Tras una hora y media de marcha, los congregados, que en ningún momento dejaron de corear consignas contra el Gobierno de José María Aznar y contra Estados Unidos, asistieron a la lectura del manifiesto a cargo del actor Juan Diego Botto y la escritora Rosa Regás. En su escrito, los colectivos pacifistas se comprometieron a «no cejar en el empeño de lograr que Bush, Blair y a Aznar se sienten ante los tribunales para ser juzgados por crímenes de guerra». Botto denunció una guerra hecha a base de «pruebas falsas» entre los aplausos de los millares de asistentes concentrados junto a la estatua de Don Quijote y Sancho y bajo un sol ya primaveral. Como hace un año, caras conocidas del mundo de la política, del arte, del cine y de la cultura: Gaspar Llamazares, la socialista Matilde Fernández, el director de cine José Luis Cuerda, entre otros muchos, se pudieron ver detrás de las pancartas. El líder de IU pidió a los ciudadanos que castiguen con su voto al PP.