La mayor parte de las víctimas de las deflagraciones eran curiosos
La explosión de un tren lleno de azufre en Irán deja 297 muertos
La onda expansiva lanzó el convoy por las vías hasta que descarriló en la siguiente estación
?l menos 297 personas murieron y otras 200 resultaron heridas ayer en una extraña y dantesca explosión de un tren cargado con azufre, gasolina, fosfatos y otros materiales tóxicos cuando estaba parado en una estación del norte de Irán. La televisión iraní, que dio prioridad a las próximas elecciones y relegó a un segundo plano el accidente, mostró imágenes de los vagones envueltos en llamas y de la población con mascarillas para evitar inhalar el humo, muy denso y tóxico debido a la gasolina y a los fosfatos. La tragedia comenzó a las 10,45 de la mañana hora local (8,15 GMT) cuando el tren, que arrastraba 51 vagones, algunos cargados con sulfatos, diesel, gasolina y algodón, esperaba para partir en la estación de Abu Muslim, a unos 600 kilómetros al noroeste de Teherán. De repente, una deflagración en uno de los vagones puso en marcha todo el convoy, que impelido por la onda expansiva se desplazó por la vía sin control hasta descarrilar en Jayyan, la siguiente estación. Las llamas se propagaron a toda velocidad por 48 los vagones, lo que causó una segunda y fortísima explosión que rompió los cristales de casas que se encontraban a unos 10 kilómetros a la redonda. El primer fuego alcanzó algunas de las casas circundantes y precipitó hacia la zona a curiosos y voluntarios, muchos de los cuales perecieron en la segunda detonación. Entre ellos, varios líderes locales.