El Gobierno hebreo niega al Tribunal de la ONU competencias sobre su seguridad nacional
Máxima tensión en La Haya por el jucio contra el muro que levanta Israel
Los palestinos alegan que la muralla es una excusa para la «anexión» de sus territorios
Un masivo dispositivo policial ha sido desplegado en torno al Palacio de la Paz de La Haya, sede el Tribunal de Justicia de Naciones Unidas, donde ayer se iniciaron las consultas sobre la legalidad del muro de separación erigido por Israel en los territorios ocupados de Cisjordania. La delegación palestina se encargó de abrir la vista recalcando que tiene «muchas esperanzas en este proceso», pese a que los israelíes se han negado a acudir a Holanda y a reconocer la competencia de la corte. No lo van a tener nada fácil los 15 jueces del Tribunal Internacional para dictar una resolución sobre el muro de la separación que contente por igual a todas las partes implicadas. El presidente de la corte, el magistrado chino Shi Jiugng, se cuidó ayer mucho de no hacer valoraciones y únicamente recordó que las consultas se han emprendido a petición de la ONU. El representante palestino ante Naciones Unidas, Naser al Kidwa, fue el primero en intervenir en esta audiencia y lo hizo para cuestionar el argumento esgrimido por Israel de que la muralla se está construyendo para evitar ataques de terroristas palestinos. «No es verdad», subrayó Al Kidwa. «La valla lo único que pretende es ratificar la ocupación y la anexión de facto del territorio palestino». El Gobierno israelí, que se opone categóricamente a las consultas, reaccionó con virulencia y argumentó que el tribunal no tiene competencias para emitir un juicio sobre cuestiones que atañen a su soberanía y seguridad. La tensión que se vive en la sala se trasladó a las calles. Israelíes y palestinos han convocado manifestacione en toda Europa en defensa de sus intereses. Los palestinos acudieron además ayer en masa a la barrera mientras Francia pedía a la UE que apoye una «fuerza de paz transitoria» para Gaza.