Aristide sostiene en televisión que no dimitirá ante los rumores que lo sitúan fuera del país
El líder de los rebeldes promete que hoy entrarán en Puerto Príncipe
Los policías intentan limpiar de las calles las huellas de las barricadas de días anteriores
El hombre que quita el sueño al mandatario haitiano, Jean Bertrand Aristide, se llama Guy Philippe, comandante de los rebeldes, y anunció que celebrará hoy su 36 cumpleaños en el Palacio presidencial. Aristide se encuentra en la situación más difícil de su accidentada carrera política, con los seguidores del Frente de Resistencia para la Liberación y la Reconstrucción de Haití, de Guy Philippe, cada vez más cerca de Puerto Príncipe. La tensión vivida en Puerto Príncipe se relajó un poco ayer después de que los rebeldes anunciaran que, de momento, no la van a asaltar y de que el presidente Jean Bertrand Aristide, insistiendo en no renunciar, pidió a sus seguidores aparcar la violencia y manifestarse pacíficamente. Durante toda la noche, policías intentaron limpiar de las calles de la capital de Haití las huellas de las barricadas de días anteriores, cuando se estimaba que la entrada de los rebeldes a sangre y fuego era inminente y los partidarios del mandatario intimidaban a cualquier persona que osaba transitar por la vía pública. No lo consiguieron completamente. «Hoy (el sábado) está más tranquilo. Pero ayer, a una canadiense la tumbaron en el suelo boca abajo, le pusieron una pistola contra la cabeza. Pensábamos que la iban a matar, pero les suplicó en un rudimentario creole que no la mataran, que tenía dos hijos y la dejaron ir», relató a esta corresponsal un periodista testigo del peligroso incidente. Al menos una docena de personas fueron asesinadas, algunas con un tiro de gracia, el viernes en la capital del país más pobre de América. El viernes, grupos de «chimeres» (bandas de matones que apoyan a Aristide) protagonizaron, entre otros, ataques a un fotógrafo extranjero que recibió un machetazo en un brazo y apedrearon las camionetas de las cadenas de televisión estadounidense ABC y NBC. El gobernante negó los rumores sobre su dimisión. Y respondiendo también a los requerimientos de Francia y Estados Unidos en ese sentido enfatizó: «Nada de irse, eso son rumores sin fundamentos que son originados por líderes de la oposición para provocar a la población y (generar) desórdenes en el país» Al menos condenó «los actos de violencia y saqueos» y pidió a sus simpatizantes movilizaciones.