Los haitianos aclaman la entrada de los rebeldes en Puerto Príncipe

Haití tiene un nuevo gobernante pero la tensión no se relaja. La llegada triunfal de los rebeldes armados a la capital del país siembra dudas sobre el resultado de la transición. La violencia, los saqueos y las venganzas dejaron una docena de muertos tras la renuncia del ex presidente Jean Bertrand Aristide. La caravana en la que viajaban unos 70 insurgentes fue aclamada ayer por una multitud de personas que gritaban «Guy Philippe», «¡buen trabajo!» y «libertad, libertad». Vestidos con impecables uniformes de camuflaje y mostrando armas pesadas, los rebeldes que comenzaron el 5 de febrero la protesta en la ciudad de Gonaives para lograr la renuncia del ex sacerdote católico estaban felices por el éxito de su misión. Guy Philippe, el ex comisario de la Policía que huyó a la República Dominicana al descubrirse que organizaba un golpe de Estado contra Aristide, es ahora el jefe militar del denominado Frente de Resistencia de Gonaives, ciudad distante a unos 150 kilómetros de la capital y de la que partieron poco antes del amanecer. Según el líder rebelde, con su presencia en Puerto Príncipe sólo «nos vamos a asegurar que el palacio está listo para la llegada del presidente ... que no haya amenazas». La víspera prestó juramento el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Boniface Alexandre, como sustituto de Aristide, según estipula la Constitución. Sin embargo, es el Parlamento el que debe aprobar su nombramiento. Eso es un problema, porque la legislatura no se ha reunido desde comienzos de año, cuando expiró el mandato de los parlamentarios. Con armas, por si acaso De momento, los rebeldes que habían anunciado que entregarían las armas, todavía no lo han hecho y, es más, las enseñan con bastante prepotencia. Las calles están repletas de civiles armados que dicen ser rebeldes. Los chimeres , bandas armadas fieles a Aristide, parecen haberse escondido posiblemente por temor a la venganza de los opositores. La ayuda militar internacional reclamada con desesperación por el ex presidente Jean Bertrand Aristidide comenzó a llegar a Haití horas después de su salida al exilio. Los primeros en llegar fueron los marines estadounidenses, seguidos por legionarios franceses. El líder de los rebeldes haitianos mantiene desde ayer por la tarde una reunión con la oposición política y cívica a Aristide en un hotel de Puerto Príncipe. La Plataforma Democrática siempre ha negado que estuviese en contacto con Philippe durante las revueltas, aunque ayer se evitó tomar decisiones de futuro a la espera del resto de representantes del movimiento anti-aristide. La reunión se celebra en uno de los hoteles más lujosos de la capital, fuertemente protegido por los rebeldes y fuerzas policiales. Philippe llegó a la reunión desde la comisaría central situada frente al Palacio Presidencial, donde permaneció más de una hora aclamado por miles de personas.