Diario de León

«Hay venezolanos asesinados y apresados sin juicio y torturas», afirma el diplomático

Dimite el embajador venezolano en la ONU por su oposición a Chávez

El político critica el deterioro de la democracia y las violaciones de los derechos humanos

Una opositora al régimen de Hugo Chávez protesta por la destitución de dos jueces

Una opositora al régimen de Hugo Chávez protesta por la destitución de dos jueces

Publicado por
Marcela Valente
León

Creado:

Actualizado:

El embajador de Venezuela ante la ONU, Milos Alcalay, presentó ayer su dimisión por su desacuerdo con la política de represión del Gobierno del presidente Hugo Chávez, el deterioro de la democracia y las violaciones de derechos humanos. El diplomático envió ayer una carta al ministro venezolano de Relaciones Exteriores, Jesús Pérez, para anunciar su decisión, antes de informar al personal de la misión y ofrecer una rueda de prensa en la que dejó claro que se pondría a disposición del Gobierno nuevamente si la situación cambiara radicalmente. Alcalay -que estaba a punto de dejar la misión ante la ONU para ocupar el cargo de embajador en el Reino Unido- también denunció la «bipolarización» que se vive en su país, que «ha afectado no sólo la vida de cada uno de mis compatriotas», sino también a la «imagen» y las relaciones del país con exterior. Según dijo, un representante permanente ante la ONU no puede venir a debatir y defender temas como los derechos humanos «y ver las escenas» que se están dando en Venezuela. Tras subrayar que no defiende la violencia en ninguno de los sectores, denunció «la represión militarista por la Guardia Nacional (GN, policía militarizada) y por la policía política (DISIP) en forma tan desmedida» ante las protestas en la calle. «Hay ciudadanos venezolanos asesinados, ciudadanos que han sido apresados sin juicio, hay torturas, hay dirigentes políticos que han sido detenidos, y eso se llama violación de derechos humanos en cualquier parte del mundo», afirmó. El embajador, que estuvo acompañado por miembros de su delegación, indicó que, a los graves acontecimientos ocurridos en su país, se suman declaraciones de su canciller, quien habría sugerido que «los que no se sientan identificados con este proceso» -la llamada «revolución bolivariana» que propugna Chávez-, se vayan del país. Tras criticar una «diplomacia de la confrontación», manifestó su esperanza en que cese «la represión» y las violaciones de los derechos humanos y los derechos fundamentales en Venezuela, y que organizaciones internacionales apoyen un proceso constructivo de diálogo para superar esta grave crisis. Preguntado sobre si el caso de Haití puede ser un precedente y si una presión exterior podría cambiar las cosas, el diplomático subrayó que su país nunca aceptará una injerencia en sus asuntos y que el conflicto es algo que deben resolver los propios venezolanos. En Venezuela es necesario «dejar de lado los extremos», dijo el embajador, para comentar que tanto en el Gobierno como en la oposición hay personalidades que quieren trabajar de forma constructiva y que la gran mayoría de la población quiere vivir en democracia. A la pregunta de por qué no había presentado antes la renuncia si discrepaba con el Gobierno, respondió que, en su opinión, la línea de política del presidente Hugo Chavez de acercamiento y apoyo a los pobres era «acertada».

tracking