Irak firma su nueva ley

Como era previsible, una vez que los chiís retiraron sus objeciones, la Constitución provisional iraquí pudo ser por fin firmada ayer después de dos aplazamientos en una ceremonia en la que las autoridades estadounidenses que asistieron al acto procuraron mantenerse en un segundo plano. La entrada en vigor de la nueva Carta Magna, que será sustituida por otra definitiva cuando el país se dote de unos órganos de poder elegidos democráticamente, supone un importante paso en el proceso hacía la recuperación de la soberanía. Sin embargo, sobre el cielo iraquí se ciernen oscuros nubarrones. El influyente ayatolá Alí al Sistani, el guía espiritual de la comunidad chií del país, la más numerosa, advirtió mediante un comunicado que «ninguna ley aprobada durante el periodo de transición tendrá legitimidad hasta que no haya sido refrendada en el seno de una Asamblea Nacional elegida» en comicios directos. El carismático clérigo señaló además que el texto firmado en Bagdad «pone obstáculos en el camino hacia la consecución de una Carta Magna definitiva que mantenga la unidad del país y los derechos de todos sus grupos étnicos y religiosos». Esta actitud de Sistani hacia la Constitución recién adoptada fue lo que provocó que la ceremonia para su firma tuviese que ser aplazada el pasado viernes. Cinco miembros chiíes del Consejo de Gobierno, aconsejados por el gran ayatolá de Nayaf, propusieron la eliminación de una cláusula, incluida a propuesta de los kurdos, que invalida cualquier Ley Fundamental permanente que haya sido rechazada en referéndum por los dos tercios de la población de al menos tres provincias del país. Como quiera que los kurdos habitan las tres provincias norteñas de Dohuk, Erbil y Suleimaniya, su veto a todo texto constitucional que atente contra su actual autonomía está garantizado. Esto ya lo dijeron los dirigentes chiíes más relevantes y las personas del entorno de Sistani. No obstante, tras un fin de semana de deliberaciones en Nayaf, al final se decidió no forzar una renegociación del documento para no eternizar el proceso y poner en peligro la transferencia de poderes, prevista para el próximo 30 de junio. El texto de la Constitución firmado ayer es el mismo que se terminó de consensuar el pasado día 1. Los dirigentes kurdos, por su parte, ya dijeron que no transigirían un ápice en lo relativo a lo que consideran sus derechos. Sistani tampoco están de acuerdo con la estructura del futuro Consejo Presidencial, que tendrá tres miembros, uno chií, otro suní y un tercero kurdo. La petición hecha el pasado viernes elevaba el número de chiíes en ese máximo órgano de poder a tres, mientras que los otros dos grupos minoritarios mantenían un sólo representante cada uno. El islam Según la nueva Carta Magna, el islam será la religión oficial de Irak y una de las fuentes que inspirarán el futuro sistema jurídico, pero no la única. Los chiíes más preeminentes, sin embargo, pretendían conseguir que la sharia, ley canónica del islam, fuese la base principal de toda la legislación. Pese a todo, el clérigo chií Mohamed Bahr al Ulum, actual presidente en ejercicio del Consejo de Gobierno iraquí, dijo que la firma de la nueva Constitución constituye «un momento histórico y crucial para Irak». Durante la ceremonia se recitaron versículos del Corán, se guardó un minuto de silencio por las víctimas de los recientes atentados en Kerbala y Bagdad, que acabaron con la vida de más de 170 personas, y un niño hizo un canto a la libertad, tras «el final de la dictadura de Sadam Huseín». Hubo además una representación alegórica de un grupo infantil ataviado con distintos trajes nacionales del país. El acto de firma de la Constitución estuvo precedido de varias explosiones en el centro de Bagdad que, al parecer, no produjeron víctimas. La ONU, vigilante El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, anunció que estudiará «cuidadosamente» la Constitución provisional iraquí al tiempo que destacó la importancia del diálogo nacional en Irak. «El secretario general tomó nota de este avance y va a estudiar el documento cuidadosamente. Igualmente, va a evaluar el posible papel de Naciones Unidas que los iraquíes podrían desear», indicó el portavoz de Annan. Annan no utilizó el término de Constitución provisional para el documento firmado hoy en Bagdad, pero se refirió a él por su denominación oficial de «ley de administración para el periodo transitorio en Irak». El presidente George W. Bush felicitó a los iraquíes por la adopción de una Constitución provisional y estimó que se trata de un «paso importante» hacia la transferencia de soberanía prevista para el 30 de junio, informó la Casa Blanca. «Felicito al Consejo de Gobierno iraquí y al pueblo iraquí por haber firmado la ley administrativa de transición para Irak», anunció Bush en un comunicado durante su visita a Dallas (Texas). «Este documento es un paso importante hacia un Gobierno soberano el 30 de junio», señaló, aludiendo a la fecha prevista para la transferencia del poder a los iraquíes. El documento «sienta las bases para elecciones democráticas.