Condoleeza Rice resiste todas las presiones y se niega a declarar sobre el 11-S
El «no» sigue siendo la única respuesta de Condoleeza Rice a las exigencias de la Comisión Nacional del 11-S para que testifique públicamente. «Desde mi punto de vista nada sería más positivo que testificar ante la comisión pero los asesores de seguridad tradicionalmente no comparecen ante el Congreso», afirmó la Consejera Nacional de Seguridad durante una entrevista concedida el domingo a la CBS. Rice respondía así a los diferentes llamamientos hechos no sólo por los miembros de la comisión sino por las propios familiares de las víctimas para que explique «lo que sabía, lo que no sabía, qué tipo de información tenía el presidente y qué no» solicitó Laurie Van Anken, viuda de una de las víctimas del 11-S. Tanto ella como otros familiares afirmaron estar dispuestos a reunirse con Rice, algo que ella misma propuso durante la entrevista «pero siempre que sea bajo juramento y frente a las cámaras de televisión» aseguró la viuda Kristen Breiweiser. Enfrascada en la batalla La Consejera de Seguridad, embarcada desde hace una semana junto a Powell y Rumsfeld en una intensa batalla propagandística dirigida a contrarrestar las acusaciones del ex asesor de contraterrorismo Richard Clarke, reconoció que éste sí fue inquirido por el presidente sobre las posibles conexiones entre Sadam y el 11-S. La palabra de Clarke, que ha acusado a Bush de haberle intimidado para que produjera esa conexión en detrimento de Al Qaida, había sido puesta en duda por la Casa Blanca, que llegó a insinuar que el ex asesor del presidente no se reunió con él tras los atentados, como afirma Clarke en su polémico libro Contra todos los enemigos . Rice justificó que Bush quisiera saber «si Sadam Huseín había sido cómplice de los atentados» y dijo que el presidente simplemente hizo «una pregunta perfectamente lógica teniendo en cuenta la relación activamente hostil entre los dos países». Clarke solicitó que se desclasificaran las propuestas que le hizo a Bush para luchar contra Al Qaeda pocos días después de que asumiera la presidencia y con el que se demostraría «que se perdieron meses vitales en los que se podrían haber actuado».