Berlín pide a los alemanes que se vayan del país porque no podrá ayudarles

El asesinato de dos agentes de seguridad alemanes que iban de camino a Bagdad para reforzar al personal de la Embajada germana en la capital iraquí convenció a las autoridades del Ministerio de Asuntos Exteriores para pedir que todos los alemanes abandonen ese país. La medida dada a conocer en Berlín advierte, asimismo, de un eventual cierre de la frontera para los civiles entre Irak y Kuwait a causa de los graves incidentes que causaron casi 700 muertos entre iraquíes y soldados de la Coalición. En un categórico comunicado dado a conocer ayer en Berlín, el ministerio señala que la Embajada alemana en Bagdad no podrá prestar ayuda a los ciudadanos que se encuentren en peligro, por lo que recomienda que todos los alemanes abandonen el país a la mayor brevedad posible. El ministerio resalta que en el sur de Irak y en las cercanías de la frontera con Kuwait existe el peligro de que los extranjeros sean asaltados o secuestrados por los rebeldes iraquíes. La drástica recomendación del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán fue adoptada a causa de la certeza de que dos agentes de las fuerzas especiales GSG-9, un cuerpo de elite de la policía, fueron asesinados cuando se dirigían desde Amán a la capital iraquí. Los dos agentes, que debían reforzar al personal de seguridad de la Embajada alemana, formaban parte de una caravana de seis vehículos que abandonó Amán el miércoles pasado. Pero el vehículo que ocupaban los alemanes fue atacado por un grupo de rebeldes después de violar un control en las cercanías de Faluya. A una fosa común Varios testigos, entre ellos, un periodista británico, confesaron haber visto los cadáveres de los dos agentes, que fueron arrojados a una fosa común. Fotos de los dos agentes muertos fueron publicadas por medios árabes y por un periódico británico. Aunque ningún grupo insurgente iraquí se ha responsabilizado del asesinato de los dos agentes alemanes, existen indicios de que el automóvil en que viajaban fue alcanzado por el fuego enemigo, ya que era el último de la caravana. Los dos agentes murieron acribillados por las balas de los insurgentes iraquíes. Según informaciones del Ministerio de Asuntos Exteriores, unos 60 ciudadanos alemanes se encuentran en Irak cumpliendo misiones de seguridad, comerciales y humanitarias.