Los mandos americanos piden 10.000 hombres de refuerzo para Irak

Los mandos estadounidenses en Irak han reconocido públicamente que necesitan refuerzos para controlar la situación. El general Abizaid, comandante general de EEUU para Oriente Próximo, admitió ayer haber pedido a sus superiores dos brigadas, lo que supone al menos 10.000 hombres. Hacía ya una semana que la prensa se había hecho eco del clamor del general, que sin embargo encontró oídos sordos en la cúpula del Gobierno. El domingo, el presidente George W. Bush insistió en que había hablado dos veces con Abizaid «en los últimos cuatro o cinco días» y que le dijo: «Él sabe muy bien que si necesita más hombres puede pedírmelo». Lo que Abizaid sabe muy bien, como buen militar, es que su carrera estaría acabada si se saltara la cadena de mando y aprovechase la llamada del presidente para plantearle directamente sus necesidades, pero ayer aprovechó una conferencia de prensa vía satélite con los periodistas del Pentágono para contar que ha pedido formalmente los refuerzos a través del Estado Mayor. Los detalles de si se aceptará su petición, cuándo y cómo, aún están por dilucidar. En lugar de enviar tropas de refresco, el Pentágono podría optar por prorrogar la estancia de algunos de los 20.000 soldados del Ejército de Tierra reemplazados el mes pasado por la Primera División de Marines, que es la que afronta el cerco de Faluya. Su vuelta a casa ya ha sido demorada por las revueltas y muchos permanecen en los campamentos al norte de Kuwait en estado de alerta Nada de volver a casa Después de un año anhelando el momento de volver a casa, los hombres de la Primera División Blindada del Ejército de Tierra no sólo llevan un mes a punto de volver, sino que acaban de recibir una desalentadora carta de su general Martin Dempsey anunciándoles que a lo mejor se prorroga su estancia durante tres meses más. «Sé que estáis deseando iros a casa. Yo también, pero no si eso significa reemplazar a un criminal con otro». El general Dampsey se refería a la posibilidad de que las milicias de Al Sadr ocupen el vacío dejado por Sadam Huseín. Al Sadr, cuyo padre fue asesinado por Sadam, comparte ahora la furia de los estadounidenses. Durante su conferencia de ayer, el comandante Abizaid y el general Ricardo Sánchez prometieron capturar a Ad Sadr vivo o muerto. EE.?UU. tiene 135.000 hombres en la zona pero pretendía dejarlos en 115.000. Gran Bretaña contribuye con 11.000 hombres y el resto de los 32 países que componen la coalición aportan 15.000 más.