EE.UU. cerca Nayaf y envía patrullas para capturar a Al Sadr
Artillería, carros de combate y al menos 2.500 soldados. Estados Unidos cocina con estos ingredientes el cerco a Nayaf, la ciudad santa de los chiíes donde se esconde el clérigo rebelde Moqtada Al Sadr y el lugar que alberga a la mitad de los
«Parece que más que atacar, los norteamericanos están queriendo presionar a Moqtada para que acepte las condiciones de la negociación y desarme a las milicias. Nadie quiere un baño de sangre. Atacar Nayaf tendría consecuencias imprevisibles. Es un lugar santo para ellos», comentó ayereste periódico un militar español. Sin embargo, los norteameri-canos parece que han empezado a hacer algo más que presión. Han formado una «zona de ex-clusión» alrededor de la ciudad y ha comenzado a enviar pelo-tones de reconocimiento desde la vecina Base Duke, a unos 20 kilómetros al oeste de Nayaf. La misión de estas patrullas es capturar a Al Sadr. Los españoles, según informa-ron fuentes militares, no toman parte en estas operaciones ofensivas, aunque no se sabe cuál será la actitud que tomen las tropas de la Plus Ultra si se decide un ataque sobre la ciudad. «Seguimos haciendo las patrullas de control de las calles, como marca nuestra misión. Las normales. Lo que no hacemos es operaciones de colaboración con la población civil por la situación de seguridad», dijo uno de los portavoces del contingente. Las bases españolas siguen siendo objeto de acciones aisaladas de hostigamiento. Ayer volvió a ser atacado el destacamento que protege la depuradora de Diwaniya, pero los soldados reaccionaron y pudieron repeler el ataque. «Estamos aprendiendo a anticiparnos a sus acciones», comentó un comandante. Una delegación oficial iraní lle-gó ayer a Bagdad para mediar entre Moqtada y las autorida-des de la Coalición liderada por Estados Unidos. Es un esfuerzo más para evitar un más que posible baño de sangre en Nayaf. En ese sentido, se expresó también el enviado especial de Naciones Unidas, Lajdar Brahimi, quien declaró que debe buscarse una solución política. Poco después de conocerse la llegada de la delegación iraní, Muqtada ha renunciado a las condiciones que había impuesto para entablar conversaciones con la Coalición. Qais al-Jazali, uno de sus portavoces, explicó que el joven clérigo se someterá a la más alta institución chií, la Maryaiya, y acatará su veredicto.