El Gobierno palestino cree que el asesinato del líder fundamentalista contó con el visto bueno de Estados Unidos
Hamás nombra en secreto a su nuevo líder para evitar que Israel lo asesine
Miles de palestinos piden venganza en el funeral de Rantisi y los líderes prometen que la habrá
Mientras los israelíes rememoran sus muertos del pasado con la celebración del día del Holocausto, los palestinos clamaban venganza y lloraban por sus muertos presentes en el multitudinario funeral que congregaba ayer a más de veinte mil palestinos en las calles de Gaza para dar el último adiós a Abdelaziz Rantisi, el líder de Hamás en la franja de Gaza, asesinado por Israel el sábado. Algunos manifestantes afortunados besaron el rostro de Rantisi, un rostro que quedó maltrecho en el asesinato, mientras que otros lanzaban pétalos de rosas hacia el cadáver. Por la tarde los restos mortales del líder de Hamas llegaron al cementerio de los Mártires, donde están enterrados un gran número de líderes y militantes de la intifada. Las manifestaciones de dolor, rabia e indignación se propagaron por toda Gaza y Cisjordania, cuyos territorios están sellados militarmente a cal y canto desde el asesinato hace casi un mes del líder espiritual de Hamás, el jeque Ahmed Yasín, y que seguirán así con toda probabilidad por mucho tiempo tratando así de evitar las «cien represalias» que harán temblar a la «entidad sionista», tal y como reza un comunicado difundido ayer por el brazo armado de Hamás, que asegura que «la sangre de Yasín y Rantisi se tornarán en volcanes». En un gesto mucho más pragmático y menos grandilocuente, el jefe del comité político de Hamás, Jaled Mishal, recomendaba desde su exilio de Damasco a sus correligionarios en Gaza que no hicieran público el nombre del sucesor de Rantisi para evitar nuevos asesinatos israelíes de sus dirigentes políticos, algo de lo que tomaron buena nota ya que desde ayer se mueven en la más absoluta clandestinidad, tal y como hacen los miembros de su brazo armado, sobre todo el nuevo dirigente de Hamás en Gaza que habría sido elegido ayer en el más estricto secreto. Ni al funeral De hecho, al multitudinario funeral de Rantisi solo asistió Ahmed Bachar, un destacado miembro de la cúpula de Hamás, pero no había ni rastro de Ismail Anilla ni de Mahmud al Zahar, los dos destacados dirigentes del grupo islámico cuyos nombres se barajan para suceder a Rantisi. Bachar prometía al Gobierno israelí «una lección que nunca olvidará», instaba a la Autoridad Palestina a que «corte todo contacto con Israel y se una a la resistencia armada». El Gobierno israelí seguirá aplicando con mano de hierro, y haciendo oídos sordos a las condenas internacionales, los asesinatos extrajudiciales de dirigentes de la resistencia palestina. El ministro sin cartera, Gedeon Ezra, apuntaba incluso el nombre del próximo objetivo, que sería el máximo responsable de Hamás en el exterior, Jaled Meshal, cuyo «destino es el mismo que el de Rantisi en el momento en que tengamos una oportunidad operativa». Una información necesaria El Gobierno palestino decretó tres días de luto oficial y el Movimiento Al Fatah, presidido por Yaser Arafat, aseguró que intensificará la persecución de aquellos palestinos «colaboracionistas», que suponen la principal fuente de información del Ejército israelí para realizar sus acciones. El primer ministro palestino, Abu Ala, también acusó a Estados Unidos, aunque de una manera más velada. «Se trata sin duda de un crimen», declaró. «Desgraciadamente los israelíes sienten que reciben el apoyo de Estados Unidos». Abu Ala exigió que se reanuden las negociaciones y acusó a Washington de violar la ley internacional.