Diario de León

Corrupción a las puertas de Europa

La destitución del presidente Paksas, debido a uno de los mayores escándalos políticos de Europa, ha distraído la atención de los lituanos sobre el tema de la integración en la UE

Lituania es una de las ex repúblicas soviéticas que más ha crecido

Lituania es una de las ex repúblicas soviéticas que más ha crecido

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

«Con lo del presidente, nadie piensa mucho en la UE ahora. La televisión y los periódicos están en otra cosa», asegura Murna, recepcionista en un hotel de Vilna, la capital lituana. «Lo del presidente», esa «otra cosa» que ocupa las portadas de la prensa y las cabeceras de los informativos, concluyó el seis de abril con el mayor escándalo político de la Lituania moderna y el más importante caso de corrupción en un país miembro (o a punto de serlo) de la Unión Europea. La apartada situación geográfica de la república báltica redujo la repercusión mediática en el continente de la destitución por parte del parlamento de Rolandas Paksas, el ya ex máximo mandatario lituano, por sus vínculos con la mafia. «Necesitaba dinero para la campaña y recurrió a Yuri Borisov (un presunto traficante de armamento ruso), no se paró a mirar de donde venía la financiación. Vender armas a Sudán no es algo de lo que nadie debiera servirse», explica Vytaute Smizyte, una periodista especializada en relaciones con Europa del diario Lietuvos Ryta s, el más importante de Lituania. «Según la investigación, Paksas prometió a Borisov, concederle la nacionalidad lituana si llegaba a la presidencia. También acordó que le nombraría consejero», detalla la reportera. Pese a no ser favorito en las encuestas, Paksas ganó las elecciones, aunque la intervención de los tribunales y el parlamento no le permitiera cumplir su acuerdo. Smizyte da una de las claves del inesperado éxito electoral: «La campaña publicitaria que le hicieron fue impresionante, perfecta, algo nunca visto. Por supuesto, la organizó una empresa rusa. Parece que Moscú quería colocar aquí a alguien de su conveniencia». Las consecuencias El escándalo fue enorme y su repercusión es ahora lo que más preocupa a los lituanos, y más cuando el partido del ex presidente ha anunciado que, pese a la crisis, lo mantendrá como líder de la formación. «Como el caso ha acaparado toda la atención, casi no se ha hablado de la UE. Creo que la gente no sabe muy bien donde se mete, se fijan en que no tendrán que usar pasaporte para viajar, que podrán acceder libremente a otros países comunitarios, pero la Unión Europea supondrá mucho más», asegura la redactora. En ese añadido se fija especialmente el responsable de política comunitaria de la oficina del primer ministro lituano, Dangis Verseckas, para quien el caso Paksas «no va a tener demasiado impacto en nuestra entrada en la UE. Aunque los titulares de los periódicos se detengan en otros temas, el primero de mayo va a llegar de todas formas». Así, pese a que el último informe redactado por la Unión, durante el pasado mes de noviembre, advertía del riesgo de corrupción en los gobiernos de varios de los países aspirantes, Verseckas afirma que Lituania no fue especialmente destacada por sus problemas al respecto. Y si los datos podrían llevar a pensar que ahora sí los tiene, el analista ve el asunto de otro modo: «De acuerdo que este escándalo nos perjudica, pero prueba también que contamos con unas insti-tuciones depuradas que reaccionaron de la forma adecuada». Verseckas señala que «nunca esperas un caso así cuando creas una ley, pero parece evidente que ésta ha funcionado y creo que la forma en la que se ha hecho todo público y se ha solventado constituye un ejemplo para otros gobiernos». Lo cierto es que, pese a su extrema gravedad, el golpe bajo presidencial no debería desviar la atención de un hecho evidente: los avances logrados por Lituania hasta lograr formar parte del grupo de los 25 han sido espectacu-lares. En menos de once años -los últimos tanques soviéticos abandonaron la república en agosto de 1993- el país ha reformado por completo su estructura institucional y económica. «Lo hemos logrado con la mirada puesta en la UE, pero la adhesión no tiene que ver con los rascacielos que se están levantando con el dinero de nuestros bancos» apunta orgulloso Verseckas, al tiempo que señala los grandes edificios que empiezan a tomar forma en el centro de Vilna, donde está ubicado el ministerio. Para el responsable de la política comunitaria en Lituania, en la carrera por la adhesión, la república contaba con varios factores en su contra que no estaban presentes en muchos de los otros diez nuevos miembros (a excepción, posiblemente, de Estonia y Letonia). Para explicarlo, pone como ejemplo a lo sucedido en España. «Ustedes tenían un régimen autoritario, pero, al menos en sus últimos años, había algo parecido a una economía de mercado. Estaban abiertos al comercio con otros territorios. Aquí no. Nosotros tuvimos que aprenderlo todo de golpe», relata.

tracking