La campaña por el sí de Sabonis

Los lituanos comenzaron a soñar con la independencia de Moscú gracias a las victorias de Sabonis, que en los ochenta ostentó la supremacía del baloncesto de la URSS. La emancipación llegó en 1991 y para entonces el gigantón ya había volado. Primero a España, luego en busca del sueño americano. El para mucho mejor jugador europeo de todos los tiempos amasó muchos dólares y vio mundo. Al final de la temporada pasada Sabonis rechazó un oferta para renovar y decidió regresar a Europa. Compró el mítico Zalgiris y desde esa atalaya la figura de Sabonis ha sido fundamental para la inclusión de Lituania en la UE. «No somos ricos, siempre hemos vivido mirando hacia Occidente y ahora tenemos la oportunidad de ser Occidente», proclamó el baloncestista en la campaña previa al referéndum, como miembro destacado de la comisión a favor del «sí».