Rabat detiene a tres terroristas implicados en el atentado de Casablanca

Las fuerzas de seguridad marroquíes, que llevan a cabo una lucha sin cuartel contra el terrorismo islamista de inspiración salafista desde los atentados de Casablanca del 16 de mayo del 2003, que provocaron la muerte de 45 personas -entre ellas cuatro españoles y 12 kamikazes-, han intensificado su labor de represión desde la matanza de Madrid del 11-M, y se apuntaron ayer una nueva victoria al detener a tres presuntos terroristas buscados en el marco de la investigación de varios atentados y delitos. Las detenciones se llevaron a cabo de madrugada en un barrio popular de Casablanca y entre los detenidos se encuentra un islamista radical, Abdelmalek Bouzgarne, presuntamente implicado en la masacre del 16 de mayo del 2003. Según la policía, Bouzgarne es «el terrorista más peligroso» de un grupo de islamistas armados desarticulado por la policía en el 2003 y dirigido por Youssef Fikri, condenado a muerte el verano pasado por varios asesinatos. Entre los muertos por este salafista extremista se encuentra su propio tío y un joven notario. El nombre de Bouzgarne fue revelado a la policía por varios islamistas detenidos durante una operación antiterrorista llevada a cabo el pasado 20 de abril en la localidad de Berrechid, en el oste de Marruecos. En la acción policial de Casablanca los agentes de seguridad tuvieron que utilizar sus armas reglamentarias para detener a los presuntos terroristas, que, siempre según la versión oficial, estaban armados de sables y cuchillos.