Inocencio Arias se despacha contra la ONU a horas de dejar de ser embajador
El embajador español ante la ONU, Inocencio Arias, que esta semana abandonará su cargo tras más de ocho años frente de la Misión española, considera que el reparto de poder en Naciones Unidas es «antidemocrático, obsoleto y totalmente injusto». Al tiempo, subraya que el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, es un «mandado» del Consejo de Seguridad y, sobre todo, de los cinco países con derecho a veto. «El reparto de poder en las Naciones Unidas es una monstruosidad. El poder omnímodo que tienen cinco naciones que ganaron una guerra hace 49 años es totalmente antidemocrático, es totalmente obsoleto y es totalmente injusto», afirmó ayer sin titubear, criticando el sistema de veto del Consejo de Seguridad, que permite que Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China, en su calidad de miembros permanentes, paralicen las decisiones del resto aunque haya una mayoría de nueve votos. «Annan no pinta nada» Arias consideró que «Kofi Annan no pinta nada». «El es una voz, el aguijón bienintencionado que mentaliza a los países de que hay una situación crítica y que habría que hacer algo al respecto. Pero luego Annan ni siquiera tiene voto», destacó. «Es un mandado de los quince países que integran el Consejo de Seguridad y sobretodo de los cinco grandes, que son los que tienen el derecho de veto y por tanto la mayor responsabilidad, cuando se soluciona un asunto y cuando no se soluciona». En cualquier caso, afirmó, si la ONU no existiera «habría que inventarla». En su opinión, «hace falta un lugar en el mundo en el que los pequeños y los grandes discutan aunque eso no produzca siempre resultados». Según Arias, «la ONU existe para dos cosas: para intentar parar los conflictos o minimizar sus efectos y para elevar el nivel de vida de la gente». Sobre la guerra en Irak y a la actual situación en el país, el embajador español opinó que el escándalo de las fotos de las torturas a presos iraquíes por parte de soldados estadounidenses en Abu Ghraib «ha sido un bofetón para la imagen de Estados Unidos y su capacidad negociadora». Ahora, añadió, «la ONU se ha convertido en el chaleco salvavidas de todo el mundo». Arias consideró necesaria una nueva resolución sobre Irak.