Una bomba colocada en una mezquita de Karachi provoca una matanza

Al menos 16 personas murieron y más de 40 resultaron heridas ayer por la explosión de una fuerte bomba colocada en el interior de una mezquita chií de Karachi, al sur de Pakistán, durante la oración de la tarde. Según algunos testigos, la explosión fue tan violenta que el cuerpo de una de las víctimas se destrozó por completo. En la cúpula de la mezquita de abrió una fisura por la potencia de la detonación. «Los fieles asistían a la oración de la tarde cuando explotó la bomba», indicó el jefe de la Policía de Karachi, Asad Ashraf Malik. La mezquita chií Imambargah está situada a tan sólo un kilómetro donde el religioso suní, el mufti Nizamuddin Shamzai, murió el domingo en una emboscada tendida por desconocidos que ametrallaron su vehículo. Shamzai, simpatizante del grupo terrorista islámico Al Qaida y los talibanes afganos, resultó muerto a tiros cerca de la escuela coránica que dirigía. En el atentado, su hijo y el conductor resultaron heridos. La policía pakistaní mantenía una vigilancia especial alrededor de las mezquitas de confesión chií. Las autoridades paquistaníes reforzaron la seguridad en todo el país tras recibir amenazas de atentados en las oficinas diplomáticas de varios países. Además, casi 15.000 policías de diversos cuerpos vigilaban ayer Karachi, donde el domingo resultaron heridas al menos 20 personas en los disturbios por el asesinato de Shamzai. Este hecho no impidió que se cometiese el atentado en la mezquita. La ciudad paquistaní de Karachi ha sido el escenario de los atentados más graves ocurridos en el país en los últimos años, muchos de ellos llevados a cabo por los grupos terroristas musulmanes suníes contra la minoritaria comunidad religiosa chií.