Zapatero usará el prestigio que le dio irse de Irak para negociar en Oriente Medio

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció ayer la decisión de su Gobierno de asumir un mayor protagonismo en la recuperación del proceso de paz en Oriente Medio al tiempo que confirmó la participación de España en la reconstrucción de Irak con una aportación económica y diplomática pero nunca militar. El jefe del Ejecutivo español contó con el respaldo del presidente de Siria, Bachar el Assad, de visita oficial a Madrid, quien respaldó esta pretensión de Rodríguez Zapatero. El presidente sirio alabó la retirada de los efectivos militares: «Ha reforzado la posición española en Irak y será apreciada por todos los pueblos de la zona». En su opinión, éste es un buen punto de partida para que Rodríguez Zapatero, mediante la colaboración del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos -a quien también citó- pueda jugar un papel más decisivo en el conflicto iraquí y en el que afecta a Oriente Medio. «España quiere tener acción e iniciativa para que se pueda abrir el proceso de paz nuevamente», dijo Rodríguez Zapatero en la rueda de prensa que compartió con el presidente sirio. En ella explicó la posición española sobre la búsqueda de una «paz global» para la zona, bajo los auspicios de la ONU y a partir de los principios establecidos en la Conferencia de Madrid. Zapatero insistió en que su Gabinete estudia su cooperación en la seguridad de Haití, destino de una fuerza de paz de la ONU integrada por tropas latinoamericanas. Antes de tomar esta decisión, el Ejecutivo consultará al Parlamento como tiene la intención de hacer en todos los casos. Sin embargo, el acuerdo parlamentario no será vinculante sino que, simplemente, «tendrá carácter de gran relevancia para la decisión del Gobierno».