Cerrar

El pontífice pone al presidente al día de su opinión sobre la situación en Irak: «Debe normalizarse lo antes posible»

El Papa regaña a Bush y pide paso a la ONU

Encaja las críticas porque logra su objetivo: escenificar que está en sintonía con el Vaticano

Bush saluda ceremonioso al Papa en el Vaticano

Publicado por
Íñigo Domínguez - roma
León

Creado:

Actualizado:

El Papa regañó ayer a George W. Bush en el Vaticano, aunque fuera con un discurso poco comprensible por sus dificultades para leer, y le puso al día de su opinión sobre la situación en Irak: debe «normalizarse lo más pronto posible», con la «activa participación» de la comunidad internacional y de la ONU, para asegurar un «rápido retorno de la soberanía iraquí». También recordó que le sería familiar «el inequívoco punto de vista» de la Santa Sede sobre la guerra y deploró, sin mencionarlas explícitamente, las torturas a prisioneros iraquíes de soldados estadounidenses. «Ni la guerra ni el terrorismo serán vencidos nunca sin un compromiso por los valores humanos», advirtió. Probablemente sólo el Papa puede decirle al presidente de EE.?UU. estas cosas a la cara con tono admonitorio y así lo hizo en un discurso en inglés mientras Bush le escuchaba a dos metros en una butaca, un tanto apocado por la solemnidad de los palacios vaticanos. Al Yazira abrió su informativo con estas imágenes. Juan Pablo II no sólo habló de Irak, también pidió un compromiso «sincero y determinado» en Oriente Próximo. Como respuesta, el jefe de la Casa Blanca se deshizo en halagos al pontífice y le prometió que trabajaría «por la libertad y la dignidad humana, para difundir la paz y la misericordia». Era la primera vez que se encontraban tras el inicio de la guerra y las palabras directas de Wojtyla entraban en el guión. Bush pagó el peaje y las encajó diplomáticamente, pero estando allí sentado, en el lujoso marco de la sala Clementina, consiguió el objetivo de su viaje a Roma: escenificar cómo la Casa Blanca y la Santa Sede mantienen relaciones de buenos camaradas. La visita de Bush era privada, pero salvo que no sonaron los himnos nacionales el tratamiento dispensado por el Vaticano fue prácticamente el de un recibimiento de Estado, con la Guardia Suiza desplegada. La conversación privada en la biblioteca del palacio apostólico duró 15 minutos. Luego, Bush entregó a Wojtyla la medalla de la libertad, la máxima condecoración civil de EE.?UU., y le consideró «un héroe de nuestro tiempo». « God bless America », saludó el Papa. Bush va hoy a Francia para participar en el aniversario del Desembarco de Normandía.

Cargando contenidos...