Schröeder asume la responsabilidad histórica de Alemania en el conflicto

Sentado discretamente entre los mandatarios aliados, el canciller alemán recibió un primer mensaje de reconciliación en Arromanches, porque «desde hace décadas los enemigos irreductibles del pasado construyen en común su presente». Jacques Chirac  expresaba solemnemente su «deseo que Alemania  recuerde con nosotros esas horas en las que un viento de libertad volvió a soplar en el continente». Luego, en una ceremonia sin precedentes, Gerard Schröder y el presidente francés descubrían una placa conmemorativa en el Memorial de la Paz de Caen, una de las localidades que más sufrieron durante la Segunda Guerra Mundial. Los veteranos aliados se encontraron allí también con una pequeña representación de antiguos miembros de la resistencia alemana que apoyaron el fallido atentado contra Hitler. «Los años sombríos» «Nosotros los alemanes somos conscientes de nuestra responsabilidad ante la historia y la asumimos», dijo Schröder, queriendo dejar claro que no representa «a la antigua Alemania de aquellos años sombríos» sino a un país que «ha encontrado su sitio en la comunidad de países civilizados». «Miles de soldados aliados cayeron en el día del desembarco, pagaron el precio más alto por la libertad, los soldados alemanes murieron porque los habían enviado a los campos de opresión, pero en la muerte, los soldados de todos los frentes quedaron unidos», concluyó Gerhard Schroeder, quien recordó que él mismo no llegó a conocer a su padre, un soldado caído en Rumanía. Otro de los alemanes presentes ayer en Normandía era el hijo de un  antiguo soldado nazi de 79 años con cáncer de pulmón. Su padre le había encargado que buscara a un veterano aliado para entregarle una carta: «Cuando tenía 19 años vine a este país como enemigo; ahora quisiera volver como amigo».